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Mucho gusto, me llamo Missy

Missy Franklin a sus 17 años, ya acumula cuatro medallas en estos Juegos Getty

MÉXICO -- Después de "presentarse" así con un pequeño aficionado británico, le firmó el boleto con el que había visto a la nueva sensación de la natación norteamericana. Así lo hizo ella, hace 5 años, cuando por primera vez se topó en persona a su ídolo, Michael Phelps.

Con el mundo se presentó no en Londres, sino en Shangai, hace exactamente un año. Ahí ganó medalla en cada una de las cinco competencias en las que se inscribió. Se llevó tres oros, dos en relevo y uno más individual en los 200 metros dorso.

La misma prueba que en Londres reescribió. Este viernes, le bajó 75 centésimas al récord del mundo. Poseyó con una determinación indomable la competencia que en los últimos dos Juegos Olímpicos monopolizó la zimbawense Kirsty Coventry, relegada a un inesperado sexto lugar, al que llegó más de cuatro segundos después de la ganadora.

A Franklin le resta una prueba más: el relevo 4x100 combinado. Una prueba que Estados Unidos ha ganado en 8 de 12 oportunidades.

A sus 17 años, ya acumula cuatro medallas en estos Juegos, tres de ellas oro. Ninguna norteamericana había puesto tal exhibición, en el escenario más grande, desde Jenny Thompson en el 2000.

Pero, lo más sorprendente de todo es que ella no alcanza a entender la dimensión de lo que ha logrado. Con la sencillez con la que le dio el autógrafo al niño inglés, convive en la villa olímpica, realmente con cualquiera qe la tope en la calle.

Decidió no aceptar patrocinios que le representarían más de un millón de dólares para mantener su categoría amateur y poder seguir compitiendo en los estatales de Colorado, representando a su preparatoria.

Rechazó mudarse a California donde están las mejores academias y los entrenadores forjadores de medallas, para poder estar cerca de sus amigas y su entrenador desde que tenía siete años, Todd Schmitz.

Este sábado, Michael Phelps se tirará por última vez a una piscina para competir. Pero los que apreciamos las historias de éxito, las leyendas de los súper atletas y admiramos a aquellos que llevan el deporte a niveles de excelencia, podemos estar tranquilos, porque tendremos por los próximos ocho años -por lo menos- una nueva estrella a seguir cuya estela comienza a brillar.

De salida: Señor Roger Federer (siento que todos debemos hablarle de Usted) las líneas se las merece todas, pero hoy quiero guardarlas para, el domingo, coronarle en el pedestal más exclusivo, el de los inmortales. Yo sé que ya tiene un lugar ahí, pero esperaré a que lo adorne con esa presea dorada que tanto desea.

Del Potro: El deporte necesita más caballeros tan gallardos como tú.