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Una consistencia pocas veces vista

KANSAS CITY -- La noche histórica de Miguel Cabrera no tuvo el final de película de Hollywod que muchos esperaban pero el tamaño de su hazaña es todavía difícil de medir.

En el año en que volvió a reinar el picheo, el antesalista venezolano se diferenció del resto de los bateadores con una consistencia pocas veces vista y dejó registros personales en jonrones con 44 y remolcadas con 139.

Cabrera no bateó por debajo de .300 ni dejó de pegar cuadrangular en ningún mes de la temporada, y en julio y agosto, cuando su equipo le necesitó para remontar y ganarle la división a Chicago, el de Maracay bateó por encima de .400.

Después de dos turnos este miércoles en el Kauffman Stadium de Kansas City, su manager Jim Leyland decidió que era suficiente. Sustituyó a Cabrera con Ramón Santiago en la tarcera y la afición rival le brindó una sentida ovación al venezolano que devolvió el gesto con su gorra en alto. Mike Trout se fue de 3-2 en su juego final y no alcanzó a Cabrera, pero el que dio el susto fue Curtís Granderson quien pegó dos jonrones en el triunfo de los Yankees y con 43 se puso a uno de Cabrera. Granderson salió sustituido en la séptima y así se oficializó la triple corona.

Hay una razón por la que tuvieron que pasar 45 años hasta que alguien volviera a dominar las tres categorías ofensivas más representativas en una liga. Resulta muy complicado ser un toletero consistente cuando se hace swing grande para producir carreras. Ahí reside el mérito de Cabrera que siempre fue la luz encendida en la temporada de los Tigers.

Su camino hacia el premio por el Más Valioso debió quedar pavimentado con la clasificación de los Tigers a Playoffs, pero es ese el presente que debe importarle más a Cabrera desde hoy. Repetir con Detroit ese anillo de Serie Mundial que consiguió hace una década y siendo apenas un adolescente con los Marlins de Florida... eso sí... anillo o no... MVP o no... Su legado como uno de los mejores bateadores del béisbol está servido y sólo puede hacerse más grande con el tiempo.