Juan Martín Del Potro tiene uno de los mejores servicios del ATP Tour. Su nombre aparece bien arriba en todas las estadísticas de saque en 2012: es 5to en games de servicio ganados (88%), 8vo en break points salvados (69%) y 10mo en aces (569 en 78 partidos). El argentino saca una bomba. Y ese golpe es parte importante de su éxito.
Pero esto no fue siempre así. Es más: cuando era junior, Juan Martín tenía un servicio "descoordinado", y pocas veces ganaba puntos gratis con su saque. Solo un ajuste en ese golpe, a los 16, cambió la historia.
¿Cómo sacaba Del Potro hace 7 años? Así, como muestra este video grabado en la Copa Casablanca 2005. Vean arriba.
"El saque nos costó bastante trabajo, porque Juan era alto y largo desde muy joven, se descoordinaba mucho, era muy complicado", recuerda Marcelo Gómez, coach formador del actual número 7 del mundo. "Cuando él era chico, sacaba con los dos pies separados, como Roger. No los juntaba antes de impactar la pelota, como hace ahora".
Aquel servicio algo forzado, poco amenazante, apenas cumplidor, tenía una explicación. "De niño, hicimos con Juan estudios de biomecánica, y los resultados mostraron que sus cuádriceps eran sensibles. No aguantaba el peso de su cuerpo en caso de que él quisiera empujarse con los dos pies juntos", explica Gómez desde Tandil.
"Recuerdo que empezamos a lanzar más alta la pelota, para que ello le diera tiempo de coordinar todos sus movimientos de saque. Pero la construcción de ese servicio siempre fue complicada", agrega Marcelo sobre su mejor alumno, quien esta semana está disputando el ATP World Tour Finals por tercera vez en su carrera. "Por aquellos tiempos, él usaba mucho el kick, un servicio a tres cuartos de velocidad, para asegurar el primer saque adentro. En los entrenamientos sacaba fuertísimo. Yo le decía: ¿por qué no sacás así en los torneos? Pero cuando él erraba el primero, empezaba el punto defendiendo. Y una cosa es Juan dominando, y otra defendiendo".
Así compitió Del Potro durante buena parte de su carrera junior. El video testimonial corresponde a la final de aquella edición de la Copa Casablanca, el torneo juvenil Grado A que se disputaba al norte de la Ciudad De México. En ese encuentro decisivo, el estadounidense Donald Young (por entonces el mejor Sub-18 del mundo, hoy 188 del ATP) castigó sobre el saque de Del Potro, casi siempre obligado a trabajar en sus games de servicio. Diferente a lo que ocurre ahora.
El cambio se concretó en ese 2005, cuando Juan Martín apenas tenía 16 años. "Hicimos la modificación de arrastrar el pie derecho para adelante, y sacar con los dos pies juntos", destaca Gómez. "La técnica del saque siempre fue la misma, armando por abajo, tradicional. Pero con ese ajuste en sus pies. Se acomodó mucho cuando hizo ese cambio. Si antes se descoordinaba y se iba para cualquier lado, eso se corrigió. Necesitó hacer menos flexión de piernas con ese nuevo movimiento. Y fue fácil llevarlo a cabo: Juan es muy bueno, corrige muy rápido, siente mucho lo que hay que hacer. Luego de ese cambio, ya jugando a nivel Challenger, comenzó a sacar fuerte".
En esos tiempos, también hubo una modificación en la derecha de Del Potro. Pero en este caso, en sentido inverso: el forehand violento que hoy le conocemos, era el mismo que él había aprendido de niño, y que cambió cuando comenzó a jugar entre los profesionales. Marcelo Gómez lo recuerda muy bien.
"Cuando tenía 14, su derecha era muy plana, medio fea. 'Todos me dicen que tengo una derecha horrible', me acuerdo que me decía. Y jugaba parado en la línea de base. Pero cuando comenzamos con los Futures y luego Challengers, cambiamos el golpe para tirarlo con más rosca, jugar más pesado y con top, desde más atrás. Fue Franco (Davín), años después, quien la volvió a ajustar para pegarle de nuevo más plano. Ahora juega así, para abajo, como lo habíamos propuesto desde chico".
Servicio y drive son armas fundamentales en el juego del argentino. Uno de esos golpes, lo construyó. El otro, lo recuperó. "Sin ese saque, no estaría top-ten", razona Gómez, quien continúa trabajando en el Club Independiente Tandil, cuna de talentos como los Pérez Roldán, el mismo Davín, Patricia Tarabini, Mariano Zabaleta, Juan Mónaco, Diego Junqueira, Máximo González y Juan Martín. "Yo le decía a su papá: no podés ser top-ten sin un saque increíble. La única excepción sería que hicieras algo demasiado mejor que el resto, como hace Rafa con su actitud. Juan hace todo correctamente, y eso ayuda. El saque fue un problema, porque a los 15 ya medía 1,90. Pero yo le dije al papá: va a sacar bien porque la técnica es la correcta".
Hoy Marcelo Gómez, la familia Del Potro y todos quienes lo conocieron cuando aún no era un campeón, se sientan frente a la TV y comprenden qué hay detrás de esa metralla de winners que salen de la raqueta de La Torre de Tandil. "Cuando ahora lo veo, digo: trabajamos bien en su técnica, que es lo básico para cualquier tenista. Si le preguntás a Franco si tuvo que trabajar demasiado, yo creo que va a decir que no, que solo ajustó. Esa es la idea: que se formen bien de chicos para llegar a estar edad sin tener necesitad de cambiarle siquiera la volea, y solo enfocarse en ajustes".