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Josh Freeman a la alza en la recta final

BRISTOL -- Los Tampa Bay Buccaneers han padecido el dolor del crecimiento de Josh Freeman, pero parece que llegó el momento de ver los resultados. Con condiciones atléticas sobresalientes Freeman demostró en el 2010, su segundo como profesional, que podría regresar a este equipo a los playoffs con marca de 10-6, pero sólo le alcannzó para un tercer lugar de división.

Todos pusieron a Tampa Bay entre los protagonistas de la siguiente campaña pero Freeman tuvo un bache en su desarrollo y el equipo perdió sus últimos 10 partidos del 2011. Lo que parecia una posible quedó simplemente como anécdota de otra prometedora carrera cebada en el camino. Pero al parecer lo que necesitaba no sólo Freeman, sino en general la organización, era una revisión de objetivos y personal.

Así llegó el nuevo entrenador en jefe Greg Schiano, procedente de la Universidad de Rutgers, quien a su vez trajo a Mike Sullivan como coordinador ofensivo tras haber sido entrenador de mariscales de campo con los New York Giants. Aunque no había llamado nunca jugadas para NY, Sullivian quería expandir sus horizontes en Tampa Bay con un juego aéreo profundo complementado con ataque terrestre. En lugar de traer un nuevo candidato para mariscal de campo, el equipo se encargó de poner nuevas piezas alrededor de Freeman.

Entre las contrataciones previas a la campaña del 2012 estuvieron el receptor abierto Vincent Jackson, quien durante tres años había promediado 18 yardas por atrapada con los San Diego Chargers, y también llegó el veterano ala cerrada Dallas Clark, quien junto a Peyton Manning hizo una de las mejores mancuernas en sus días jugando para los Indianapolis Colts. También los Bucs reforzaron su linea ofensiva con el guardia Carl Nicks, que había jugado con los New Orleans Saints, y finalmente los Bucs firmaron al corredor Doug Martin en la primera ronda del draft.

Las piezas por supuesto tardaron un poco en entrar en ritmo, pero tras sufrir cuatro derrotas en los primeras cinco semanas, Josh Freeman por primera vez en su carrera consiguió una racha de cuatro victorias al hilo, la última las más difícil al regresar de un déficit de 11 puntos para llevar el partido hasta tiempo extra y vencer finalmente a los Carolina Panthers. Freeman tiene armas y apoyo para ejecutar con eficiencia sin estar corriendo por su vida en cada centro. Es uno de los mariscales de campo titulares con menos capturas en 11 semanas (14), está cuarto en la liga con 21 touchdowns --empatado con Tom Brady hasta antes de la Semana 12--, y tiene un promedio de 8.2 yardas por pase. Freeman es tercero en la liga con 22 pases completos de mas de 20 yardas, sólo detrás de Andrew Luck y Peyton Manning. Jackson a su vez lidera la NFL con 20.5 yardas en promedio por recepción.

Según nuestro compañero analista en ESPN y ex mariscal de campo Ron Jaworski, Josh Freeman "está jugando fenomenal. El año pasado sufrió con su efectividad y conforme se acumularon las derrotas la ofensiva perdió chispa y la culpa siempre cae en los hombros del pasador. Cuando llegó a la liga siempre pensé que iba a ser un súper estrella y ahora lo estamos confirmando".

El sistema ofensivo de Sullivan, dice Jaworski, es un efectivo y simple. "Es como el de los Giants. No es compleja, ni sofisticada. No hay extravagancias ni trucos. Se juega solo fútbol americano. En Philadelphia todo mundo se queja de que no hay línea ofensiva, pero en Tampa Bay nadie lo hace porque la filosofía es la del siguiente hombre al turno".

Freeman no solo tendrá que medirse dos veces con el líder de su división Atlanta Falcons, sino que además en el camino aún les queda New Orleans que viene de menos a más con un Drew Brees enrachado y Denver Broncos con Manning sumando marcas cada semana. La ofensiva bucanera suma más de 360 yardas por partido, pero su defensiva permite 394. Es de ese lado de la bola donde necesitan apretar las tuercas para apoyar la causa de Freeman.