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Aguerridos en Golden State

La competitividad fluye por las venas de Mark Jackson. Y eso se nota en cada uno de sus juegos. Sam Sharpe/USA TODAY Sports

Como dejó claro luego de un humillante revés ante Houston, Mark Jackson es de la 'vieja escuela'.

Desarrollado en las legendarias canchas de Nueva York, y forjado por las físicas batallas que fueron la norma a finales de los '80 y durante la década de los '90 en la Conferencia del Este, el ex armador no es nada sino es competitivo; quizás más como coach que como jugador, y hablamos de alguien que tiene el tercer mejor total de asistencias en la historia de la NBA.

Por eso, cuando los Rockets buscaban hacer historia con un canasto más de tres puntos en un juego que se había ido de mano, Jackson -como era la norma en su tiempo como canastero- empujó, y fue directo con sus órdenes: no contra nosotros.

Ese DNA en su sistema se puede ver en sus Golden State Warriors, quienes protagonizan una de las mejores historias en la NBA camino a lo que debe ser apenas su tercera aparición en los playoffs desde la temporada 1993-94. Con talento y agallas, la tropa de Jackson lo deja todo en cancha todas las noches para hacer orgulloso a su coach y tratar de ser la pistola más rápida en el salvaje Oeste.

No se dejen engañar por las derrotas en Houston y Oklahoma City que abrieron una brutal gira de cuatro partidos en cinco noches, los Warriors son un equipo en ascenso a largo plazo y con oportunidades de ser el siempre popular "equipo más peligroso que nada quiere enfrentar" una vez inicie la postemporada.

Jackson ha querido enfatizar la defensa como la carta ganadora en Golden State desde que tomó las riendas del equipo en junio de 2011. Sucio dificil, considerando la cultura e historia de la franquicia, mejor conocida por los logros ofensivos de Wilt Chamberlain y Rick Barry, y la era de Don Nelson con 'Run TMC', liderada por el miembro del Salón de la Fama Chris Mullin, junto a Tim Hardaway y Mitch Richmond.

La defensa ha tenido altas y bajas -259 puntos permitidos a Rockets y Thunder aparte-, pero se desemplea mejor que en pasadas campañas. Tiene espacio para mejorar si el pívot australiano Andrew Bogut (8,1 ppj, 5,5 rpj en ocho juegos) logra estar saludable. Su ruda presencia es clave en la pintura junto al 'All Star' David Lee (19,4 ppj, 11,0 rpj) para proteger el aro y forcejear con lo hombres grandes del Oeste.

Claro está, los Warriors siguen corriendo y anotando, liderando la NBA en porciento de tiros del área de tres (.391 3FG%) y entre los mejores en puntos por juego (101,3) y porcentaje de canastas en general (.459 FG%); eso no ha cambiado mucho en Golden State. La conferencia –al igual que el resto de la NBA- tiene a la mayoría de sus mejores canasteros viviendo desde el perímetro y en el juego de transición (a menos que seas LeBron James y haces de todo), y de ahí es que un saludable Stephen Curry (20,8ppj, 6,5 apj) marca la diferencia para los Warriors.

El fino tirador compone junto a Klay Thompson (16,5 ppj) una de las canchas traseras más excitantes en toda la liga, con Jarrett Jack (12,8 ppj, 5,8 rpj) saliendo de la banca para darle descanso a ambos. Carl Landry (11,9 ppj, 6,6 rpj) brinda su juego completo, y el novato Harrison Barnes (9,2 ppj, 4,3 rpj) está en pleno desarrollo en ambos lados de la cancha.

Salud es lo más importante en Golden State. Curry es frágil, y la historia de lesiones de Bogut es extensa. Así que es posible que no veamos a los Warriors a toda potencia hasta los playoffs, con Jackson siendo precavido con su súper estrella y su hombre grande a la primera señal de un problema.

Mientras tanto, disfrutemos a los Warriors, su estilo, su prometedor futuro y su coach, quien aprendió bien de Lou Carnesecca, Rick Pitino, Pat Riley, Larry Brown, Larry Bird, Lenny Wilkens, Jeff Van Gundy y Jerry Sloan; deben estar orgullosos de él.