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El Diablo salva su alma... y la de Chacón

El delantero Christian Benítez celebra el empate 2-2 del América ante Toluca Mexsport

LOS ÁNGELES -- Sólo faltaron Alfred Hitchcok , Agatha Christie y Stephen King para ajustar el guión. Misterio, suspenso y terror. Pero fue un drama cautivante, entretenido, con héroes y villanos inesperados, y con un final insospechado que saltó para hacer justicia moral, pero no deportiva.

Y hagamos el repaso de este América 2-2 Toluca.

1.- Villano. Chucho Benítez, el mejor jugador y goleador de la cancha, yerra cinco en condiciones francas de gol, y se niega a entregar al menos tres a sus compañeros quienes estaban en posición de fusilamiento.

2.- Héroe. Carlos Gerardo Rodríguez llegaba con la hiel reptando como agruras de teporocho en el esófago tras errar un penalti en la Libertadores, que al final fue redimido por sus compañeros. Pero en una situación apremiante, con el último infarto del tiempo de compensación, ajusta y define el 2-2.

3.- El fantoche. Aldrete arma el teatro con pasmosa frialdad. Adelanta el balón calculando el momento y solo lo suficiente ante la barrida de Acosta. Vuelo, marometa y costalazo, con precisión de doble de película de Bruce Willis, y la faramalla hace morder el anzuelo al árbitro Chacón. Penalti. Para estar de moda, lo de Oswaldito es un meteorito desde el manchón para el 2-1.

4.- Injusticia hace justicia. Ese penalti era un premio al dominio del América, especialmente en el final del partido, cuando parecía que la fatiga del periplo del Toluca terminaba por exprimir los pulmones, y el ácido láctico mordía las piernas. Novaretti, por tercer encuentro consecutivo, con calambres.

5.- Justicia evita injusticia. Pero si América había sido mejor, Toluca no merecía morir de esa manera. Se atrevió. Sacó fuerzas de la fosa séptica del agotamiento. Resucitó y encontró el empate que dignificaba su épica en La Bombonera ante Boca Juniors, y lavaba la cara tras la hecatombe ante Tigres, hace una semana en su Bombonera.

6.- Un América que llegaba glorificado y reposado tras la gesta en Tijuana, y un Toluca que llegaba resucitado, pero traqueteado por la gesta con millaje de desgaste por Buenos Aires. Las Águilas estaban más obligadas a ganar y pudieron hacerlo. Los Diablos estaban más expuestos a una derrota y mostraron la actitud osada de sacar un empate.

Al final, en la neutralidad cómoda de observador, queda un salto deleitable. Un encuentro de futbol de agradable nivel, de generación de peligros, con un marcador que mantiene en cerca de 4 goles por encuentro el promedio en este Clausura 2013.

El americanismo saldrá decepcionado: el triunfo era una garantía de seguir en el Penthouse de la Tabla y era un paso poderoso hacia la Liguilla. Prueba de la frustración acumulada fue el orfeón de castigo contra su mejor futbolista en el 2012, Chucho Benítez, quien tuvo posibilidades de todos colores, sabores y comodidades para hacer un gol y las erró todas.

Lo cierto es que las Águilas mejoran, evolucionan, y en el desagradable limbo de los hubiera, si Chucho hubiera estado medianamente fino, habría salido con una escandalosa victoria, aunque el resultado queda manchado al ser evidente que Aldrete nunca es derribado por Acosta y que Francisco Chacón nuevamente es embaucado, ahora por el jugador americanista.

El alma del Diablo sale del Infierno, pasa por el Purgatorio, y tendrá tiempo de reposar músculos antes de enfrentar a Jaguares en el Nemesio Díez, pero con un par de lecciones inolvidables: saben que sus alcances son muy diferentes a la deplorable tarde ante Tigres.

Sin embargo, los Diablos son unos querubines inocentes en su área. Tal vez el cansancio, tal vez distracciones, pero lo cierto es que América lo perdonó, pero sin duda hay, desde desatenciones tácticas, de grupo pues, hasta personales en la línea de fondo.

Pero al final, la película de la jornada, necesario recalcarlo, tuvo todos los elementos para ser un duelo cautivante. Eso y los goles, obligan a agradecer a los actores y a quien quiera que se haya atrevido a ir modificando el guión de principio a fin.