MÉXICO -- Emanuel Villa se convirtió en la unidad perfecta para integrarse a una maquinaria que raya en estándares futbolísticos de calidad ISO-9000. La pieza faltante en un ataque en rombo o diamante. Y que brilla como tal.
Nadie, desde el apertura 2009, registra más goles que el argentino (65, incluyendo liga y liguilla) y nadie juega como Tigres en el Clausura. Ningún otro equipo suma tantos goles partiendo de un concepto de equilibro sostenido en las dos primeras zona de la cancha. ¿Sabría eso Mario Carillo cuando desperdició a un ariete de dicha envergadura al relegarlo el certamen anterior en Pumas? No. Y no le hubiera importado.
Léalo bien: Villa se convertirá en campeón de goleo de la Liga MX.
¿Le parece temerario?
Entonces, lea esto. Y abra bien los ojos: Tigres se convertirá en el campeón del torneo.
El Tito entendió la dinámica en alto movimiento del capitán y cerebro Lucas Lobos; y de los vendavales por las bandas, Damián Álvarez y Danilinho. Su lectura del partido y de las defensas rivales le permiten las tácticas de bajo perfil con las cuales se esconde a las espaldas de los zagueros. Sea para recibir en zona final, rematar de cabeza en momentos de indecisión defensiva o concentrarse en los rebotes. Como hizo con Cruz Azul, su ex equipo y al cual le anotó por primera vez en su carrera.
Su instinto de killer de área completa una alineación que nos sabemos de memoria. Y eso sucede con las constelaciones, como la de Tigres.
Eso sucede con los campeones.