<
>

La 'Bestia' del Clausura

Mexsport

MÉXICO -- Con la paciencia y pericia de un ladrón de cajas fuertes, Tigres descifró la combinación para abrir la defensa americanista e imponerse 2-0 a las Águilas, en el Estadio Azteca, durante la última fecha de la fase regular del Clausura 2013.

Los felinos le quitaron el liderato general al América, confirmaron su condición de favoritos al título y le tatuaron en la frente un par de signos de interrogación al otro mandón del torneo y cuyo último campeonato de liga lo consiguió en 2005.

La "U" le impuso como visitante condiciones de ritmo y partido al conjunto de Coapa, que si bien intentó en diversas ocasiones revertir el dominio del rival y marcar territorialidad, evidenció una vez más la necesidad de un hombre que rompa esquemas y planteamientos enemigos como Rubens Sambueza. Porque Cristian Bermúdez careció de argumentos futbolísticos al suplirlo y Osvaldito Martínez, refuerzo para este certamen, sigue sin conectar y sin ser, con mayor regularidad, el cerebro del América.

Cierto: un riflazo al palo de Raúl Jiménez, un gol bien anulado a Chucho Benítez y otro a Narciso Mina, bajo la mancha de un error arbitral, maquillan la derrota de los amarillos, que llevaban ocho partidos consecutivos sin derrota. Mas el maquillaje tapan un problema de fondo en ciertas áreas del funcionamiento ofrecido este sábado a sus aficionados, opacados en ciertos lapsos por los cánticos de la hinchada visitante, la cual pagó hasta diez veces el valor de un boleto para que le escucharan ("Vamos Tigres, te quiero ver campeón otra vez").

La ausencia de Sambueza, se sumó a la del zaguero colombiano Aquivaldo Mosquera y la del también defensa Adrián Aldrete.

El director técnico Miguel Herrera presentó línea de cuatro y dos contenciones. El Maza y Reyes en la central; Aguilar y Layún (titular) por los costados y Molina y Medina en la recuperación desde el medio campo.

Parecía funcionar. Como caja fuerte.

Sin embargo, la UANL movió el balón con trazos largos a ras de suelo y a un sólo toque para pisar en diversas ocasiones, durante el primer tiempo, el último tercio de cancha y amenazar la portería azulcrema.

En 45 minutos sólo promesas de gol, tanto de uno como de otro club.

Sólo Tigres cumpliría esas promesas.

Ricardo Ferreti, el míster de la "U", le soltó la cadena a sus fieras ante un equipo que se paró bien atrás y que sólo cometió, con la atenuante de los rebotes circunstanciales, un par de pecados en 10 minutos del segundo tiempo. Fallas que se combinaron con la genialidad del juego colectivo y de individualidades como Danilinho y Lucas Lobos, los autores de los tantos.

Tigres y su equipo de ensueño (para el contexto del balompié mexicano), revalida una vez más su etiqueta de favorito para levantar el gallardete. Y, de inmediato, le darán el primer atractivo de peso a la liguilla al enfrentarse, en cuartos de final, a su odiado rival, Monterrey, contra el cual tienen una cuenta pendiente luego que los Rayados le propinaran una de los únicas dos derrotas que sufrieron en 17 fechas.