S'HERTOGENBOSCH -- 22 de junio de 2010. Nicolas Mahut y John Isner comienzan a disputar su duelo de primera ronda en Wimbledon, con un puñado de curiosos siguiendo las acciones en el court 18. El partido terminará dos días después, con una pista repleta de público, televisión en vivo y cobertura punto a punto en cada rincón del globo. 11 horas de juego, 70-68 Isner en el quinto y una catarata de récords pulverizados.
22 de junio de 2013. Mahut es otra vez noticia en el césped europeo y los números vuelven a jugar un rol preponderante bajo el rubro curiosidades. Pero ahora no son consuelo; son puro disfrute. También incredulidad, claro: el 240° que le gana al N°10, el jugador de 31 que con solo dos torneos ATP en los últimos nueve meses logra su primer título en la que además era su primera final en seis años. Cifras, todas, que erigen motivos de sobra para catalogar al francés como La Figura de la Semana.
¿O alguien podía imaginar este presente de Mahut a principios de año? Ni siquiera el propio jugador: "Seis meses atrás no sabía si volvería a jugar al tenis", ilustró tras el título en charla para la web de la ATP. El francés emprendió la vuelta a fines de febrero, luego de una lesión en la rodilla que había cerrado antes de tiempo su temporada 2012 y que lo había hecho caer del puesto 68 al 151.
Pero los primeros pasos fueron desalentadores: en el torneo de regreso (Challenger de Cherbourg), reaparecieron los problemas en la zona, se sumó un dolor en la cadera y todo derivó en su retiro en segunda ronda. Tras una semana de descanso, decidió bajar otro escalón para tomar ritmo y confianza en el Future de Poitiers, volviendo a disputar un evento del "tercer circuito" por primera vez desde 2003.
Desde allí, combinando Challengers y clasificaciones ATP, hilvanó un récord de 1-6, que siguió haciéndolo retroceder en el ranking. Para colmo, defendía tercera ronda en Roland Garros y la pérdida de esas unidades llegó a sacarlo del Top 200. Pero lo que le quitó en puntos, París se lo devolvió en fogueo. Porque en todo 2013, Mahut no había jugado con un solo Top 100. Y la invitación al cuadro principal del Grand Slam de su país no solo lo devolvió a los torneos ATP sino que lo puso cara a cara con Janko Tipsarevic, por entonces N°12 del mundo.
Esa lenta puesta a punto lo preparó para lo mejor de su repertorio: la temporada de pasto. La que lo había visto llegar a sus únicas dos finales (Queen's y Newport 2007) y la que mejor le sienta a su juego de saque y volea. Londres le concedió un guiño y, tras sucesivas bajas, logró entrar al cuadro de Queen's como último ingreso directo, evitando el paso por la clasificación. El ranking que le permitía ese acceso era de 165°, el de seis semanas atrás, pero su registro real era ya de 224°.
Allí llegó su primer triunfo ATP desde septiembre de 2012 (ante Rhyne Williams) y luego otra mayúscula prueba de nivel: Andy Murray. Mahut seguía sumando competencia, pero su ranking continuaba bajando. Entonces llegó s'Hertogenbosch, parada que no estaba prevista en su hoja de ruta original. Esa semana -esta semana- estaba reservada para la clasificación de Wimbledon. Pero el wild card otorgado desde el All England le permitió viajar a Holanda y probar suerte. Y de pronto, primera qualy superada; segunda victoria ATP en el año. Tercera, cuarta, quinta...
Ningún set perdido en todo el torneo. Golpe a un top ten en la final. Y un ascenso de más de 120 puestos, como para dejar bien atrás estos meses de incertidumbre. La próxima escala lo devolverá al escenario que le dio fama mundial, más allá de sus resultados y el pasado como Top 40. En Wimbledon, solo defiende segunda ronda. ¿Seguirá sorprendiendo?