<
>

Los riesgos de jugar en césped

Victoria Azarenka fue una de las que sufrió el césped Getty Images

BUENOS AIRES -- Es dificil encontrar una explicación a lo que está sucediendo este año en Wimbledon con las lesiones, pero hay algo que sí es evidente, y es que la mayoría de los retiros por lesión son de jugadores que se cayeron en la cancha y se lastimaron.

Históricamente, Wimbledon y los torneos de pasto en general nos dan mucho miedo a los jugadores porque sabemos que hay un riesgo mayor que en otras superficies de lesionarse en una rodilla, en los aductores, y que los dolores de glúteos y cintura (zona lumbar) son terribles, sobre todo en los primeros días de adaptación.

Con el paso del tiempo, el pasto del All England se fue haciendo mas lento y las pelotas también fueron modificadas bajándoles la presión para que el juego de saque y volea diera paso a otro más "atractivo", con puntos más largos. Estos cambios de superficie y pelotas conllevan, efectivamente, peloteos más largos y, por lo tanto, mayores posibilidades de lesiones o de caídas sobre una superficie de por sí inestable para jugar al tenis.

De mis años en Wimbledon, siempre recordaré la previa de mi partido contra Mauresmo, en cuartos de final de 2004. Ese fue el año que más lejos llegué, donde perdí con Amélie en el tercer set y no estuve lejos de llegar a las semis, pero lo que más recuerdo pasó dos horas antes del partido, cuando estaba en la sala de médicos poniéndome unos protectores de silicona en las uñas de los dedos gordos de los pies (ya tenía las uñas rotas, ahora les explicaré por qué) y al mismo tiempo estaba Amelie atendiéndose en la sala de al lado por algún problema que también estaba teniendo. Obviamente, yo nunca supe qué era lo que ella tenía, ni ella lo que me pasaba a mí, pero esa situación les puede hacer entender que el pasto siempre fue una superficie muy difícil para jugar, y también muy "dolorosa" para los jugadores.

Volviendo al tema de las uñas, como ya saben, en pasto no se puede resbalar, y cuando llegás para golpear una pelota, tenés que frenar todo el peso del cuerpo y salir corriendo para la otra punta de la cancha lo mas rápido posible. Esos "frenazos" tan bruscos hacen que las uñas se golpeen contra la punta de la zapatilla cientos de veces en un partido hasta que se rompen o sangran del traumatismo. Solo sucede en el pasto y en cemento, pero en menor medida, y a mí me sucedió muchos años en los torneos de pasto. Incluso si alguno de ustedes vio aquel Wimbledon de 2004, en alguno de mis partidos pedí trainer porque no podía soportar más el dolor y quería que me vendaran los dedos de vuelta. Cuando me sacaron la zapatilla estaba toda la media llena de sangre. Es desagradable, pero es una forma de que puedan entender los problemas que acarrea jugar en pasto.

Otro de los grandes problemas físicos que se tuvieron y se siguen teniendo en pasto es el dolor de cintura. Muchos fueron los jugadores que se retiraron por dolor lumbar en Wimbledon a lo largo de los años, por eso esta edición de 2013 está siendo tan extraña, y aunque en el All England hayan afirmado que el procedimiento de jardinería es igual a otros años, cosa que no dudo conociendo su respeto por la tradición, hay algo que está haciendo a la superficie especialmente resbaladiza. Para esta segunda semana, ya con las canchas mucho más desgastadas y donde la tierra predomina sobre el pasto en las zonas que más se pisan al jugar, no debería haber mas caídas graves.