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Copa Oro: Sin nivel para el fracaso

La Copa no tiene el futbol para perjudicar a nadie. Es inofensiva, combina ausencias con mediocridad, "hambre" futbolística, carencias, vacíos. México, como este, tiene la obligación de ganarla y punto. La llama de la esperanza futbolística mexicana vive ahora de algunos momentos en la parte final de la Copa Confederaciones. La derrota ante Brasil, el triunfo ante Japón. De esos momentos futbolísticos en territorio brasileño, se mantiene encendida la vela del "Chepo" y de su deseo de mejorar.

LOS ANGELES -- Acabo de escuchar alguien preguntándose si había que exigirle al "Chepo" de la Torre que la selección mexicana gane la Copa Oro y la simple duda o pregunta me provoca un fuerte dolor de la cabeza.

Es decir... ¿Ni una cosa ni la otra? ¿El verano inconcluso del futbol mexicano parece proponer ahora la idea de un fracaso en la Copa Confederaciones y otro más en la Copa Oro? ¿Acaso alguien puede tener dudas de que México debe imponer condiciones en el torneo regional?

La Copa que comienza el domingo en Pasadena, es un evento de baja calidad, con selecciones que no asisten con sus grandes figuras --incluyendo a México-- pero que históricamente ha dominado el futbol mexicano en un duelo ante Estados Unidos que se ha cerrado más en los últimos años. Ganarlo no es un privilegio, es una obligación.

Los resultados de los últimos días no favorecen a este equipo conformado totalmente por elementos que juegan en la Liga local. El funcionamiento en la cancha es prácticamente nulo, hay mucho desorden y tal parece que la apatía y la crisis futbolística que vive la "selección mayor" se ha trasladado ahora a este grupo de jugadores.

"El Chepo" promete que esta selección Copa Oro mejorará y así tiene que ser, en un grupo inicial que comprende a Panamá, Canadá y Martinica, y en un torneo que en general no cuenta con las principales figuras futbolísticas en las "potencias" del área como Estados Unidos, Costa Rica y Honduras. Con el nivel que tienen o que no tienen esos futbolistas mexicanos, deben alcanzarles para "pelear" y para "ganar" el medio boleto a la Copa de las Confederaciones del 2018.

En camino a lo que será la reanudación de la eliminatoria mundialista y los cuatro partidos decisivos, México parece "vivir" por ahora de cierto despertar que la selección tuvo en la parte final de la Copa Confederaciones, donde perdió "compitiendo" --al menos en el marcador y cierta intención-- ante Brasil y donde venció al campen asiático Japón que venía de una gran exhibición frente a Italia. De esos momentos futbolísticos en territorio brasileño, se mantiene encendida la vela del "Chepo" y de su deseo de mejorar.

La Copa Oro no tiene el nivel para perjudicar a nadie. Es inofensiva, combina ausencias con mediocridad, "hambre" futbolística, carencias, vacíos. México, como este, tiene la obligación de ganarla y punto.

SIN "EL CHUCHO"
Ricardo Peláez dice que con Raúl Jiménez, Luis Gabriel Rey, Narcisco Mina y "Tony" López, el América será capaz de suplir la ausencia del ecuatoriano Christian Benítez. La realidad es otra.

Los números son contundentes. La aportación del ecuatoriano parece imprescindible si el América quiere cumplir los sueños de un bicampeonato y comenzar con una hegemonía en el futbol mexicano.

Ha sido una larga telenovela de verano para el América. Que si se va, se queda, que si hay ofertas europeas, que si son de Qatar. El América se ha "protegido" contratando al veterano delantero colombiano-mexicano Luis Gabriel Rey, a quien Herrera conoce bien de sus días en el Atlante y espera que con la relevación de Jiménez, más la colaboración del "otro" ecuatoriano, Narciso Mina, tenga el poder ofensivo necesario para aminorar la posible partida de Benítez.

Sea a cual sea el remedio, el "golpe" de perder al "Chucho" promete ser impactante en la estructura americanista de la cancha. El ecuatoriano se distinguió en las últimas temporadas como un jugador decisivo para lograr puntos, ganar partidos, maquillar derrotas y alivianar periodos de crisis. "Chucho" dio resultados certeros en la cancha que terminaron llevando al América al ansiado campeonato. Suplirlo, en el mercado mexicano o en el extranjero --para los jugadores que vienen a México-- va a ser imposible.

El América sabe que puede comenzar el torneo con la soga en el cuello. Por eso suplica, implora, pide casi de rodillas que el milagro ocurra.

@Faitelson_ESPN