MIAMI -- No tendría que haber tardado tanto, pero a fin de cuentas los Giants dieron un paso importante de cara a su futuro al firmarle una extensión de contrato al receptor abierto Víctor Cruz.
Todavía recuerdo cuando Cruz impresionó en pretemporada luego de no haber sido elegido en el draft tras culminar su carrera universitaria en UMass.
La primera curva fue cuando nadie confió en él en el sorteo. La segunda fue cuando se lesionó luego de esa gran pretemporada.
Pero ni eso lo detuvo puesto que los Giants veían algo en él.
Vaya si ha respondido con 2628 yardas y 19 touchdowns en sus primeras tres campañas; es la mayor cantidad de yardas por parte de un jugador no elegido en el draft en sus primeras tres temporadas.
Y eso que como mencionamos anteriormente no totalizó yardas en su primera campaña; Antonio Gates está segundo en esa lista.
Las negociaciones venían hace rato. El equipo de Cruz quería una cifra más cercana a los 60 millones de dólares, pero al ver que los Giants no daban el brazo a torcer, optó por quedarse en su ciudad y asegurarse el futuro de su familia con cinco años más de contrato y 43 millones de dólares (19.5 garantizados).
Aunque es menos desde lo que quería en un inicio, es un muy buen contrato que lo convierte en el receptor de ranura mejor pago en la NFL.
Cruz tiene la personalidad y el talento --no debe dejar caer tantos balones-- y seguirá bailando salsa en la Gran Manzana.
Parte de la razón por la cual los Giants no le querían pagar más dinero, es porque todavía deben pagarle a Hakeem Nicks, aunque eso no será pronto.
Digo esto porque a pesar de que Nicks es un gran talento, no ha podido mantenerse saludable.
El número 88 está ingresando en el último año de contrato, y los Giants también lo harán esperar a él.
Probablemente lo etiquetarán como jugador franquicia la próxima temporada, y eventualmente le darán su extensión multi anual siempre y cuando pueda mantenerse saludable.
Para algunos es una estrategia peligrosa, pero para otros son buenos negocios.
Mientras Rex Ryan está en corridas de toros, el otro equipo de Nueva York se toma las cosas con más seriedad.
Los Giants son el fiel reflejo de su entrenador Tom Coughlin, y aunque no hacen tanto ruido en temporadas bajas, siempre terminan siendo candidatos.
Chip Kelly ha revolucionado Philadelphia, Dallas le paga de más a Tony Romo y la recuperación de Robert Griffin III ha acaparado todos los titulares en Washington.
Los Giants vuelan bajo el radar, y aunque vienen de una temporada decepcionante, no se desvían de su plan.
Un plan que tomó otro paso en la dirección indicada tras la firma de Víctor Cruz.
Eli Manning sigue teniendo un gran grupo de receptores, y la ofensiva de los Giants seguirá siendo más que respetable.
El turno de Hakeem Nicks llegará, pero todo a su tiempo.
Mejor dar cinco pasos pequeños hacia adelante, que una zancada hacia atrás que detiene el desarrollo de tu franquicia.
La identidad no se mancha y Cruz no se queja.