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México, al borde de una doble bancarrota

Chepo de la Torre no ha logrado los resultados que aseguren al Tri en Brasil Mexsport

SEATTLE -- La cifra escandaliza: 600 millones de dólares. Eso dejaría de ganar la industria del futbol mexicano si el Tri no clasifica al Mundial Brasil 2014.

Sí: apesta a bancarrota esa conclusión, que no es un artilugio ni es una elucubración, sino resultado de proyecciones financieras de expertos, recopiladas en tres artículos distintos, en un estupendo trabajo de nuestro compañero Héctor Quispe de ESPNDeportes.com.

Obvio que quien más pierde de esa Industria es quien más explota los filones de oro que existen en torno a la selección nacional.

Es decir, si en la afición mexicana hay inquietud, angustia o desazón por ver al Tri colocado tercero en el Hexagonal Final de la Concacaf, pero tan lejos y tan cerca de Brasil 2014 como Honduras y Panamá, imagínese la percepción de quienes invierten y quienes viven de la selección.

Es decir, si Usted vio la lamentable escena, el deplorable comportamiento de ciertos aficionados que trataron de agredir al Chepo de la Torre desde la tribuna, cuando abandonaba la cancha del Rose Bowl de Pasadena, arrojándole botellas y líquidos de dudoso color, sabor, olor y procedencia, imagínese lo que serían capaz de arrojarle los patrocinadores del Tri, comenzando con sus gruesos libros de contabilidad y hasta con engrapadoras.

Si el aficionado se siente frustrado, en los fariseos del futbol hay pánico, hay terror, hay desesperación.

¿Quiénes serían los damnificados de esa Industria que ha florecido generosamente en torno a la selección mexicana?

1.- Perderían los patrocinadores de México, y el Tri perdería la capacidad de negociar nuevos, cuantiosos y mejores patrocinios.

2.- Perdería el mismo futbol, porque hay que recordar que después de los Mundiales de Alemania 1974, España 1982 e Italia 90, la asistencia a los estadios y la atención a los partidos por TV, se desplomó hasta en 37 por ciento, especialmente en los dos primeros casos, cuando el Tri no clasificó por incapacidad, mientras que al tecero no acudió por tramposo.

3.- Recordemos que la Liga MuyEquis lleva un año de lucha, incluso entregando pagos anticipados de derechos por TV a algunos clubes, para tratar de fortalecer la competencia, porque cada vez va menos gente a los estadios y en el fin de semana, hasta programas cómicos o películas de hace 40 años, rebasan el impacto del futbol doméstico.

4.- Por supuesto que en la renovación de contratos que se dan después del Mundial, si México no acude, se vendría una cohibición financiera de los habituales anunciantes de la Liga Muy Equis, reculando en sus inversiones en los juegos de México, y en algunos casos, hasta renegociando descuentos drásticos para mantenerse en esa línea.

5.- Y el efecto deportivo, que tarde o temprano repercute en el financiero: el jugador joven se siente golpeado; los aficionados se sienten engañados, y para los mismos futbolistas veteranos es complicado convencer a su entorno de que fue un descalabro pasajero.

6.- En su artículo, Héctor Quispe menciona a nueve empresas mexicanas involucradas con participación financiera en la selección mexicana. Ojo: habría que agregar a esa lista a 12 empresas de rango estadounidense que también enriquecen las arcas de la FMF, de las televisoras y de los clubes, además de, por supuesto, a los jugadores.

7.- Y los que están al acecho. Ya les habíamos comentado que la empresa Nike ha hecho una oferta formal a la FMF, rebasando poderosamente a Adidas, para un contrato de exclusividad después del Mundial 2014.

Concluida la Copa de Brasil, termina el contrato de Adidas, y aunque por ley tiene privilegios de renegociar, tendría que superar los más de 110 millones de dólares con los que Nike intenta ya seducir a México.

Obvio si el Tri no va al Mundial, Nike puede desde retirar y hasta devaluar esa propuesta, y Adidas no tendría que cumplir el requisito de aumentar al menos en 20 por ciento una propuesta de renovación.

Por eso hay miedo entre quienes administran al Tri. Y por supuesto, en semejante hecatombre, se desplomarían no sólo el cuerpo técnico y directivos involucrados con el proceso actual, sino que rodarían cabezas de albina caballera, una, y de desordenada pelambre, la otra. Sí, nadie salvaría a Bati-Decio y a Justi-Robin.

Vamos, hasta Brasil se vería afectado.

Recordemos cifras puntuales y redondeadamente oficiales: 30 mil mexicanos acudieron al Mundial de Francia; 25 mil al Mundial de Corea del Sur/Japón; 35 mil al de Alemania, y 15 mil mexicanos se pasearon por Sudáfrica. Recientemente, la Embajada de México en Brasil detectó 6 mil mexicanos en la Copa Confederaciones.

Por eso, si la sola cifra de que el futbol mexicano dejaría de ganar 600 millones de dólares si el Tri no va al Mundial de Brasil, es apenas una punta del iceberg, en esta revelación hecha por Héctor Quispe en su consulta a diversos especialistas.

Y según reportó Decio de María hace 13 meses a los propietarios de equipos, los cambios generados por la Liga MuyEquis eran urgentes, porque después del Mundial de Brasil podía venirse un colapso, una bancarrota en clubes, si el nivel doméstico de competencia no mejoraba.

En ese entonces ni remotamente se contemplaba que el Tri no fuera al Mundial.

¿Cómo hacerlo si por esa época de jauja el Tri era campeón mundial Sub 17, tercero Sub 20, campeón Panamericano, monarca de Toulón, jeque de Copa de Oro y semidios de oro de Juegos Olímpicos?

Hoy, la realidad es otra. Brutalmente distinta. Bancarrota es el nombre de la bestia.