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Las rebajas culés

Getty Images

MADRID -- Aún quedan muchos fichajes por hacer hasta el 31 de agosto que cierre el libro de pases, pero ya van tomando forma los equipos. Quitando a Real Madrid y Barcelona que tienen barra libre para firmar lo que quieren el resto se las tienen que ingeniar para poder armar plantillas competitivas. Es cuestión de aprovechar las circunstancias y los momentos.

El Atlético de Madrid es uno de estos casos. Hace muy poco el Barcelona estaba pagando por Villa 40 millones de euros al Valencia y hoy es jugador del Atlético por dos millones más tres en variables. Una ganga.

El Barça es el peor equipo del mundo a la hora de vender. Compra a precio de oro y luego si no funcionan 'regala' los jugadores. Muchos equipos se han aprovechado de que en verano son rebajas en Barcelona. Aquí van algunos ejemplos:

Ibrahimovic costó 75 millones y al año siguiente se fue al Milan por 24.

Por Henry pagaron 27 y el francés se marchó con la carta de libertad sin que el Barça viese un euro por él años después.

Keirrison valió 15 millones y desde el inicio fue dando tumbos de un lado a otro, siempre como cedido (Fiorentina, Benfica, Santos o Cruzeiro).

Con el brasileño Henrique pasó lo mismo. Lo firmó en 10 millones de euros y nunca jugó en el Barça. Fue de cesión en cesión.

El Shaktar traspasó por 25 millones a Chigrinski y al año siguiente lo tuvo de vuelta por 15.

Otros diez millones de pérdida.

Siguiendo con el capítulo de centrales, Guardiola tuvo a Cáceres un año después de que pagasen por él 16,5 millones y al curso siguiente estaba en el Sevilla por sólo tres millones.

Con Hleb se dio un caso similar al de los cedidos Keirrison y Henrique. Tras un año sin convencer pasó de club en club sin pena ni gloria. Y el Barça regalándolo tras haberlo comprado en quince millones.

Y así la lista puede continuar con Gudjohnsen o Milito. En definitiva, el Barça regala los jugadores. 200 millones de euros se han ido a la basura.

Lo contrario le pasa al Real Madrid a la hora de vender. Hay excepciones como con Kakà que jamás recuperará la inversión y tendrá que regalarlo, pero por lo general suele hacer buenas ventas.

Todos los años ingresa un puñado de millones importante. De momento ya ha vendido a un canterano como Callejón por 10 millones al Napolés. A la hora de fichar le ocurre lo que al Barcelona. Sólo por llamar a la puerta de cualquier club y decir que eres el Real te piden tres veces más de lo que cuesta un jugador.

Los pobres no tienen la suerte de los dos grandes. Ellos pueden equivocarse que nunca pasa nada. Siempre quedarán primero o segundo. La diferencia es abismal con los demás. Hay otros que se las tienen que ingeniar con firmar a jugadores que han sido importantes, pero que viene de una mala experiencia en su club anterior y lo que quieren es relanzar sus carreras.

Por estos futbolistas es como con los jóvenes: hay que apostar. Esto lo hace el Rayo Vallecano, por ejemplo. La fórmula que emplearon el año pasado con Chori Domínguez la ha repetido con Nery Castillo. El Rayo hace de trampolín para que den un nuevo impulso a sus carreras. Al Chori le salió perfecto porque firmó un gran contrato en Olympiacos y va a jugar Champions League, y Nery espera lo mismo.