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México: Entre los dólares y los goles

Las cifras y las consecuencias económicas serian realmente brutales. La sola idea de México sin un Mundial ++más que de un Mundial sin México++ podría poner en "jaque" a toda una industria llamada futbol mexicano. El "golpe" existe solo hacia el interior. México resentiría profundamente una ausencia al Mundial, pero el mundial no resentiría demasiado la ausencia mexicana. Para ser clatros, el Mundial se juega con o sin México.

Por David Faitelson

LOS ANGELES, CA.- La sola idea produce una mueca de dolor, de fastidio y hasta de miedo en el semblante de Justino Compean. Hubo dos momentos en el pasado reciente donde parecía contener los mismos sentimientos. En las dos tuvo que apretar el llamado "botón de emergencia". En la primera para despedir a Hugo Sánchez y en el segundo para acabar con la "mini-era" de Sven Goran Eriksson.

Hay, sin embargo, una regla no escrita en las selecciones nacionales: ese "botón" de emergencia se aprieta tan solo cuando el negocio está en predicamento.

Las cifras y las consecuencias económicas serian realmente brutales. La sola idea de México sin un Mundial ++más que de un Mundial sin México++ podría poner en "jaque" a toda una industria llamada futbol mexicano. El precio, tanto en lo deportivo, en lo social, en lo económico, es muy alto, los intereses están juego y la presión a tope.

Un estudio periodístico logrado por ESPN establece cifras muy contundentes sobre lo que ocurriría en el eventual caso de que México no alcanzara el boleto para el campeonato mundial de futbol de Brasil 2014. Esos números calculan pérdidas de hasta 600 millones de dólares y una sacudida fundamental en el desarrollo mismo de la industria del futbol en México. Es decir, el impacto económico interno podría ser, hasta cierto punto, desastroso. Faltaría agregar a esta debacle financiera el tema deportivo, que va íntimamente ligado a la cuestión de los dineros.

Pero alguien me preguntaba directamente si el impacto de una posible ausencia mexicana en un Mundial podría tener algún tipo de repercusión hacia el futbol internacional. Es decir, qué tanto le afectaría a Brasil 2014 la no asistencia de México. Y en ese sentido, vuelvo a recurrir a la frase del poco celebre ex presidente de la Concacaf, el señor Jack Warner: "duerman tranquilos" o mejor dicho, "sigan durmiendo tranquilos": el Mundial se va a realizar con o sin la presencia de México.

Nada cambia en la participación o no de México. En la parte deportiva, México jamás ha sido un animador de los Mundiales. Salvo los que hizo en casa (en 1970 y en 1986) donde tuvo obviamente oportunidad de trascender un poco más allá de sus límites reales, pero tampoco sin nada extraordinario. Y en la parte económica, es verdad, el mexicano viaja mucho alrededor del futbol, sigue a su selección, llena bares, restaurantes y hoteles, consume, grita y canta por las calles, pero tampoco mantiene sana la economía de los Mundiales de futbol.

México es importante para México y para cierto sector de la población de los Estados Unidos. Que es un mercado grande y poderoso, sí, es verdad, lo es, pero que no tiene una influencia mundial poderosa en el futbol también es una realidad inobjetable.

A pesar del título olímpico del año pasado en Londres, el futbol mexicano sigue reclamando una presencia, un peso internacional que por ahora, nos guste o no, no tiene. México no es un animador de Mundiales, aunque para su población, para su consumo interno, los Mundiales son un parteguas, una "mina de oro", un paliativo y un negocio mezclado entre sentimientos de fe y de esperanza.

Me asusta mucho la cifra que el futbol mexicano dejaría de ganar en caso de no ir al Mundial, pero me asusta más que en tantos años de participación continua, el peso de México en un Mundial no haya cambiado demasiado. El Mundial se juega igual con o sin México.

@Faitelson_ESPN