<
>

¿Obraron mal los mellizos Pouncey?

Mike Pouncey fue compañero de cuarto de Aaron Hernández en la Universidad de Florida Skip Wiliams/Icon SMI

MIAMI -- Los mellizos Mike y Maurkice Pouncey celebraron en grande este fin de semana.

Y vaya si se aseguraron de que todo el mundo se entere.

El centro de los Pittsburgh Steelers y el centro de los Miami Dolphins lucieron sendas gorras con la leyenda "Liberen a Hernández".

Aaron Hernández fue acusado de asesinar a Odin Lloyd, y aún está a la espera del comienzo del juicio.

Muchos criticaron a los Pouncey por "falta de tacto", considerando que un hombre murió.

Aunque respeto esa postura, no la comparto.

Entiendo a los New England Patriots y su decisión de cortar a Hernández, porque no es el primer problema que tiene el ahora ex ala cerrada, y la franquicia tiene que duidar su imágen. Era una movida que se veía venir y comparto.

Ahora bien, distinto es cuando nos referimos al apoyo de los hermanos Pouncey.

Los Pouncey jugaron junto a Hernández en la Universidad de Florida, y Mike fue el compañero de cuarto del ex jugador de los Patriots.

Son amigos muy cercanos, y ellos realmente creen que esta persona que conocen hace mucho tiempo es inocente.

Ciertamente no es una decisión inteligente por parte de los Pouncey, que ahora recibirán una reprimenda por parte de sus respectivos equipos por esta muestra de apoyo público en un caso tan mediático.

No obstante, sí creo que los Pouncey están en todo su derecho de ponerse las gorras con esa leyenda.

Después de todo, más allá de que no luzca bien, todo es hombre es inocente hasta encontrado culpable.

El caso de Hernández está lejos de estar terminado, y comprendo a amigos apoyando a los suyos.

Tienen libertad de expresión y no pedirán disculpas.

Distinto sería si Hernández ya hubiese sido encontrado culpable.

Si ese fuese el caso, si pensaría que hay una falta de tacto y que la muestra de apoyo debería mantenerse en privado si aún desearían apoyar a su amigo.

Mike Pouncey fue una influencia positiva en la vida de Hernández, pero tristemente no se lo pudo llevar a New England, y hoy se ve nuevamente inmerso en problemas.

Mientras esribo esta pequeña entrada en el blog, sigo recibiendo críticas hacia los Pouncey, pero a mi juicio no obraron mal y no deberían pedir disculpas.

El caso recién comienza, y asumo que uno haría lo mismo si se tratase de un familiar o amigo propio.

Difícil creer que una persona que conociste tanto tiempo es capaz de hacer algo así.

Al menos hasta que la ley lo juzgue, esa es la postura adecuada.