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Lo que Selig debería hacer con A-Rod

Bud Selig alzó un martillo y lo está aguantando sobre lo que queda de la carrera de Alex Rodríguez, y tiene la forma de una cláusula:

B. Conducta Nociva y Perjudicial para el Béisbol

Los jugadores pueden ser disciplinados por una causa justo por conducta que es materialmente nociva o materialmente perjudicial contra los mejores intereses del Béisbol incluyendo, pero no limitado a, conducta que violen las leyes federales, estatales o locales. El Comisionado y un Club no deben disciplinar a un Jugador por el mismo acto o conducta bajo esta provisión. En este tipo de casos, un Club solamente puede disciplinar a un Jugador o tomar otra acción adversa contra él, cuando el Comisionado difiera de la decisión disciplinaria del Club.

Como T.J. Quinn reportó en la noche del miércoles, los representantes de Alex Rodríguez están en negociaciones para llegar a una especie de acuerdo de culpabilidad. Así que esto puede ser determinado en los próximos días.

Pero le ofrecería este consejo a Bud Selig: Mantén los ojos enfocados en el panorama general, y recuerda cuál es tu arma más grande, y no es la sección XII (B) del acuerdo laboral colectivo mencionada arriba.

No, el mayor poder en toda esta batalla es el fuerte sentimiento de los jugadores en contra del uso de sustancias para mejorar el rendimiento, el cual ha ido evolucionando en los últimos 20 años, con muchos expresándose en alto ahora.

A medida que las Ligas Mayores del Béisbol se arrojaron a la investigación de Biogenesis y Tony Bosch, ejerciendo una amenaza de litigación y su propia cartera masiva, los jugadores esencialmente se han juntado animando, alentándolos para que hagan lo necesario con tal de mantener un nivel de juego justo. Cuando atraparon a Ryan Braun y acordaron suspenderlo la semana pasada -desde Max Scherzer a Skip Schumaker a Zack Greinke - le dieron el tratamiento de la caminata del delincuente, castigándolo públicamente, con algunos jugadores quejándose en privado de que Braun no recibió los suficiente.

Selig reclama con razón que la MLB tiene la política más fuerte de pruebas de dopaje entre los deportes profesionales - y esta es la cuestión: Puede ser mejor, más fuerte, si usa apropiadamente ese enojo contenido entre los jugadores.

Machiavelli le diría: Debería de usar a Alex Rodríguez, en vez de destruir los últimos remanentes de una carrera en el béisbol que ya está por siempre manchada.

Podría tratar de hacer eso usando sus poderes de mejor interés otorgados bajo la CBA, y teóricamente podría flexionar su musculatura como comisionado - y hasta tal vez ampliar su autoridad central - al darle a Rodríguez una suspensión de por vida. De usar esta cláusula, Rodríguez no tendrá acceso a una apelación inmediata y no será capaz de continuar jugando mientras lucha por su suspensión o prohibición.

Pero éste no puede ser el uso más efectivo de la situación de Rodríguez, porque el contragolpe de parte de la unión podría ser más fuerte de lo que anticipaba. La MLBPA se encuentra en un estado de transición al momento, a medida que el jefe Michael Weiner batalla contra el cáncer de cerebro, y se definen nuevos roles, y quizás hasta una cultura nueva. Los jugadores no quieren proteger a los tramposos, pero por otro lado, lo que Weiner les ha dicho una y otra vez, en las reuniones de entrenamiento de primavera y en llamadas en conferencia, es que es importante que los jugadores tengan acceso a un debido proceso.

Si Selig usa sus poderes de mejor interés y suspende a Rodríguez bajo la CBA en vez de a través del acuerdo colectivo de drogas, básicamente lo estará sacando del campo antes de que pueda apelar antes del debido proceso- y se colocaría en una posición de ser el juez y jurado para Rodríguez, que conduciría a un arbitraje alargado.

Desde la perspectiva de los jugadores, ésto no es un proceso debido ideal. La unión, ya sea liderada por Weiner o cualquier otra persona, podría decidir luchar por ese principio, lo cual conduciría a una batalla laboral desordenada, con nuevas caras en la mesa.

Por otro lado; Si Selig trabaja desde los confines del acuerdo de las pruebas de dopajes, podría alcanzar un terreno más alto al usar ese enojo de la unión.

Si Selig le otorga a Alex Rodríguez una suspensión de 100 partidos o una suspensión de por vida, lo que podría hacer bajo el acuerdo de las pruebas de dopaje si sintiera que las múltiples ofensas de A-Rod sumaron lo suficiente como para promulgar la provisión de "tres strikes y estás fuera", Rodríguez tendría la opción de una apelación inmediata. Y sí, seguiría en el campo en el tiempo inmediato para continuar su rehabilitación, a medida que pasó por el debido proceso prescrito bajo las reglas del acuerdo de las pruebas de dopaje.

Pero lo que ésto le permitiría hacer a Selig es ir a la unión, con toda la evidencia en contra de Braun y Rodríguez en mano, y decir lo siguiente:

Chicos, miren: Se que no están contentos con la suspensión de Braun, y maldita sea, yo tampoco. Queríamos más. Queremos ir por los tramposos con más municiones. Queremos ser más agresivos. Pensamos que Alex Rodríguez les hizo trampa a todos ustedes, pensamos que les mintió a todos, pensamos que trató de burlarse de nuestro sistema de pruebas de dopaje. Metió su nariz y se aprovechó de los tecnicismos.

Cerremos esos agujeros. Mejoremos ésto. Hablemos de suspensiones de por vida para los ofensores indignantes en la primera o segunda ocasión, en vez de tres strikes y estás fuera. Eliminemos los incentivos para hacer trampas: Hablemos de anular contratos bajos ciertas circunstancias.

A ustedes no les gustan los jugadores como Braun o Rodríguez, y a nosotros tampoco. Vayamos tras de ellos.

Si Selig utilizara este acercamiento medido, le pondrá más presión sutil a la unión para que actúe, para ponerle más fuerza a esas palabras recientes que hemos escuchado de parte de tantos jugadores. Y creo que los jugadores estarán contentos de seguir la corriente. Esta es una situación madura de la que Selig se puede aprovechar, dada la indeseabilidad de Rodríguez.

Pero si Selig toma acciones que los jugadores perciben como autoritaria - como si estuviera haciéndose cargo de Rodríguez sin importarle trabajar dentro de las líneas que la unión ha establecido tan voluntariamente - ahí es cuando pone su trabajo mayor en riesgo. No quiere crear una situación en la cual los abogados de la unión estén señalando sus acciones y advirtiendo a los jugadores en contra de las acciones unilaterales de la MLB y sus extralimitaciones, diciendo: Ahí está actuando como si la gracia de Dios hubiera caido sobre él.

Menos es más en esta situación, y puede ser mucho, mucho más, si el Comisionado se las juega correctamente.

Ganará esta batalla, pero necesitará enfocarse en la batalla mayor y en cómo podrá alcanzar esa victoria.