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Invierno largo

Woods necesita encontrar respuestas para cortar su sequía en torneos grandes. Getty Images

BRISTOL -- Muy largo será el invierno que pasará Tiger Woods. Augusta está a 8 meses y eso es lo que falta para el próximo Major. Nadie puede saber cuántos ganará Tiger en su carrera --es más, nadie sabe si alguna vez volverá a ganar un grande--, pero de una cosa estoy seguro: cuando mire para atrás al final de su carrera, si gana más Majors dirá que ese N° 15 fue el que más le costó.

Todavía recuerdo la expresión de alivio en Medinah, cuando ganó el PGA Championship de 1999. Había arrasado con todos los récords en Augusta dos años antes y había decidido cambiar el swing. Tuvo que esperar más de dos temporadas y 11 Majors para volver a ganar. Allí se dio cuenta de que estaba por el buen camino y así lo demostró en los siguientes 10 Majors, al quedarse con seis de ellos.

Ahora lleva 5 años y 18 campeonatos grandes, recordemos que estuvo ausente en varios por lesión, sin poder ganar los que él más quiere. Esos que lo acercan al récord de Jack Nicklaus, que es por lo que trabajó toda su vida. Lo que debemos tratar de entender es por qué ahora no los puede ganar. Todos tenemos nuestras teorías y todas son válidas. Acá les dejo la mía.

No se puede decir que esté jugando mal, porque este año ganó cinco torneos, que incluyeron dos WGC y el Players, además de Bay Hill y Torrey Pines. Todos estos torneos son donde juegan los mejores jugadores del mundo y muchas veces, como en Firestone, ganó por buena diferencia. Si el juego está, tenemos que buscar el problema por otro lado. Me parece bastante razonable decir que su mente ya no es tan fuerte como antes, que sus nervios a los 37 años no son los mismos que cuando tenía 25 y que su cuerpo ha sufrido varias paradas en boxes (léase quirófanos). Todo esto hace que su consistencia no sea la misma, y allí está la clave.

Si Woods ganaba en Firestone por 7 golpes hace unos años, el resto del field del PGA Championship ni soñaba que podía ganarle, nosotros nos preguntábamos quién saldría segundo en el último Major del año y la PGA de América no mandaba a grabar la copa antes por un tema de cortesía. Ahora no sólo no lo gana, sino que está con su profesor luego de terminar cada vuelta tratando de corregir su swing. Un jugador que quiere ganar un Major no llega a jugar el torneo pensando en su swing, sino que llega pensando en cómo ejecutar los golpes que pide la cancha. Es como tratar de leer antes de entrar a un examen; lo que no estudiaste antes, no lo vas a aprender cinco minutos antes.

Tampoco se puede decir que Sean Foley no le sirva, porque ha ganado y dominado durante muchas semanas desde que está con él, pero creo que en este momento necesita alguien menos técnico y más "básico". Alguien que lo devuelva a pensar en los fundamentos básicos del juego y alguien que esencialmente lo pueda hacer jugar desde el fairway. Los torneos normales del tour te permiten ganar jugando desde el rough, pero los Majors son diferentes y las pruebas lo demuestran.

Ahora es posible que termine ganando la FedExCup y siendo el Jugador del Año, pero el invierno será largo y la espera eterna, hasta que las azaleas florezcan en Augusta.