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Me emocionó el retiro de Bartoli

Marion Bartoli, la campeona de Wimbledon, sorprendió al anunciar su retiro del circuito Getty Images

BUENOS AIRES -- La verdad que fue un poco triste ver que Marion Bartoli se retiró ahora del tenis. La última imagen que tenía de ella era levantando el trofeo de Wimbledon, así que esto era casi imposible de imaginar.

Me gustaría hablar de qué clase de persona es Marion y seguro que todos ustedes se alegrarían de verla tan feliz como se la vio ahora y tan firme en su decisión, si supieran lo buena persona que es. La verdad es que pocas jugadoras en las dos últimas décadas que caminé los lockers de la WTA me emocionaron tanto como ella, y puedo decir, sin dudar, que no sólo me emocionó a mí, sino a muchísimas de mis compañeras de circuito.

Antes de hacer un repaso como persona y jugadora, me gustaría hablar un poco de la actualidad, de lo que recién sucedió y que obviamente provocó la misma pregunta en todos nosotros: "¿¿¿que le pasó??? ¿¿¿Por qué???"

Bueno, sus declaraciones en rueda de prensa ni bien finalizó el partido que perdió con Halep en Cincinnati fueron clarísimas. Nada de discusiones con el padre, nada de locuras, nada de estrés a priori. Sus motivos fueron que, para ella, después de ganar Wimbledon y con todas las lesiones que lleva esta temporada, es como que nada de esto tiene ya sentido (por seguir jugando). Habló mucho de los dolores, de la cantidad de años que lleva en el circuito WTA (es cierto) y de lo difícil que se le hace seguir jugando sintiendo tantos dolores en el tendón de Aquiles, el hombro, el codo... Afirmó que ya venía muy cansada y que la última gota de fuerza que le quedaba la agotó en esas históricas dos semanas que vivió en Londres.

Debo decir que Bartoli no tiene un patrón de juego como el de Mauresmo, o un físico como el de Stosur. Es verdad que la pelota le corría como a pocas en el circuito, pero para llegar a ese nivel tenístico se entrenaba (con métodos poco ortodoxos, todo hay que decirlo) con una intensidad y un volumen de trabajo que nos impresionaba a todas. Creo que puedo decir tranquilamente que no vi a nadie entrenarse tanto como a Bartoli en los últimos años. Evidentemente que todo ese trabajo iba a pasar factura algún dia, pero mi pregunta es... ¿se hubiera retirado si no hubiera ganado Wimbledon? ¿Si hubiera perdido esa final o la semi?

Nadie tiene la respuesta, si me piden mi opinión... no lo sé, creo que no, pero es una opinión personal y solo Marion tiene la verdad. Lo que sí es cierto es que cuando se gana un Grand Slam cambia todo, la responsabilidad, la exposición, la relación con los medios, e incluso con tus compañeras de circuito (algo que seguro que a ella no le sucedió por su honestidad y cercanía con el resto de las chicas).

Ganar un Grand Slam requiere de un esfuerzo físico y, sobre todo, anímico inmenso, y más aún si es tu primer "grande". Por poner un ejemplo cercano, todos recordarán la gira asiática de Del Potro después de ganar el US Open, ya que fue muy pobre a nivel de resultados. Pero es lo más normal del mundo!!! De repente eras un chico que jugaba muy bien, que ganaba algunos torneos chicos, y que algún día podría ser top 10 y aspirar a ganar Masters 1000 o pelear un Grand Slam. Pero de repente lo ganaste y pasaste de ser uno más (entendamos uno más como jugadores muy buenos y consolidados en el circuito) a ser un gran campeón.

Y, a partir de ahí, viene un tsunami de cosas que te sacan energía y te cambian tu ritmo en el día a día de lo que venían siendo tus 20 años anteriores. La prensa, los sponsors, las expectativas en cada torneo que jugás... Les pongo un pequeño ejemplo: cuando vamos a un torneo de tenis siempre va alguna estrella y, dependiendo de la categoría de ese torneo, la estrella puede ser la N° 1 del mundo o la N° 20, y es esa jugadora la que se ve en múltiples afiches a lo largo y ancho de la ciudad, pongámosle Cincinnati. Bueno, Bartoli jamás había salido en los afiches de un Masters 1000 como Cincinnati en toda su carrera. Y ahora sí estuvo.

De repente gana Wimbledon y llega a Estados Unidos como una estrella, fotos por todas partes, la prensa pidiéndole notas sin parar, los sponsors queriendo meterle compromisos de todo tipo, el hotel que te da una habitación en suite espectacular porque ahora sos una estrella... En fin, son muchísimas cosas, difíciles de explicar. La verdad que espero haberme explicado bien, que me puedan entender.

Y todo esto, si lo ven en un tercero como en este caso Bartoli, por ahí no les resulta tan alarmante, pero pónganse ustedes en su piel. Una chica de 28 años, humilde, trabajadora y que de repente se encuentra con que es una estrella del mundo del deporte, si bien ya era una gran jugadora.
Bueno, creo que toda esta tormenta de nuevas responsabilidades pudo afectar no sólo psicológicamente (que no lo dudo) a Marion, sino también físicamente. ¿Está exhausta y dolorida por todas partes? Seguro. Ahora creo que quizás un tiempo de descanso prudente le hubiera servido para recuperarse.

La cuestión es que ella lo sintió así, cree que fue suficiente, se siente conforme y realizada con su carrera (¡no es para menos!) y decidió que hasta acá llegaron los esfuerzos, los viajes, los entrenamientos, los dolores... y por si era poco, además ahora la obligación de ganar, porque fíjense si cambiaron las cosas que de haber ganado a haber perdido aquella final, hoy probablemente no se hubiera hablado ni una décima parte del retiro de una jugadora que a mí, personalmete, y lo repito, me emocionó. Por su forma de ser y por lo que consiguió a base de un durísimo trabajo.

Ya la felicité personalmente, y me da un poco de pena no volver a verla jugar, pero estoy muy contenta después de ver la determinación y convencimiento con que decidió retirarse. Ahora a disfrutar de todas las cosas que se perdió por el tenis, que son muchísimas. Suerte Marion! Que seas muy feliz!!!