CINCINNATI -- Una vez más, Rafael Nadal se adueña de este espacio. A días del título en Montreal, el español repitió en Cincinnati, sumó su novena corona de la temporada y la 26ª de Masters 1000 en su carrera. Como si eso fuera poco, estiró su invicto 2013 sobre cemento de cara al US Open, volvió al segundo lugar del ranking y advirtió que "el N°1 es un objetivo posible". Viendo la Carrera a Londres y que defiende cero puntos de aquí a febrero, el destino no parece otro.
Es que Nadal hoy no da ventajas en ningún casillero. En lo físico, reveló que por primera vez en mucho tiempo juega sin pensar en sus rodillas (ya no usa protección en la zona). Basta verlo competir solo unos minutos para convencerse. En el juego, le ha agregado una búsqueda más ofensiva a su incansable combo de defensa y contraataque. Y en lo mental, bueno, difícilmente alguien lo supere en ese rubro.
Sobre 56 partidos en la temporada, el español ganó 53 (11 finales en 12 torneos). Y su nivel fue aumentando de manera exponencial: moderada, al principio; con grandes saltos, luego. Camino al US Open, se presenta tanto o más favorito que el vigente campeón, Andy Murray o el propio N°1 del mundo, Novak Djokovic.
En esa comparación mano a mano también juegan en la memoria inmediata los duelos que Nadal tuvo con los top en lo que va del año. Con Djokovic no pudo en Monte Carlo, pero lo venció en Roland Garros y Montreal. A Roger Federer le ganó fácil en Indian Wells y Roma y, aun con una sensible mejoría del suizo en Cincinnati, el triunfo quedó en manos de Rafa. También le ganó cuatro partidos a David Ferrer, dos a Tomas Berdych, uno a Juan Martín del Potro, otro a Jo-Wilfried Tsonga...
14-1 es sú record parcial en 2013 ante otros top-ten. De los actuales, solo no jugó con Murray, con quien de hecho no se enfrenta desde Tokio 2011. ¿Habrá reencuentro en Nueva York? Por lo pronto, Nadal sigue sumando logros a un año inolvidable, que borró una y otra vez aquellos siete meses de inactividad. "Rafa está con una confianza tremenda -lo elogió Federer-, es lo que lo trajo hasta aquí". La pregunta, entonces, pasa a ser: ¿Hasta dónde más lo llevará?