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Ryan Braun rompió el plato para siempre

- Toma un plato.
- Ya.
- Lánzalo contra el piso.
- Ya.
- ¿Qué pasó?
- Se rompió en mil pedazos.
- Ahora pídele disculpas al plato.
- Discúlpame, plato
- ¿Se recompuso el plato tras la disculpa?
- No.

Ryan Braun acaba finalmente de admitir el consumo de sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento y ha pedido disculpas por sus actos.

En un comunicado, Braun se responsabiliza a sí mismo por lo que hizo y le pide perdón a todos los que confiaron en él, en un intento por tratar de restaurar su imagen para cuando se reintegre al béisbol en la próxima temporada.

Pero esta disculpa llega a destiempo y más parece un acto de relaciones públicas que de un verdadero arrepentimiento.

Bastante tiempo estuvo Braun tratando de esconder lo evidente y si su sentido de culpa fuera real, tendría que empezar por renunciar a su premio de Jugador Más Valioso de la Liga Nacional del 2011 y servírselo en bandeja de plata a Matt Kemp, quien verdaderamente lo merecía.

Fue apenas dos semanas de ser nombrado MVP hace dos campañas que se conoció su primer positivo por uso de esteroides y sólo por un tecnicismo, consiguió librarse de un castigo de 50 partidos.

Y aunque ese tecnicismo no borró el positivo en el control antidopaje, Braun se atrincheró en el fallo legal que lo salvó de la sanción y trató de convencer al mundo de su inocencia.

El jugador de los Cerveceros de Milwaukee, que en algún momento parecía destinado a convertirse en la nueva imagen de las Grandes Ligas cuando se retirara Derek Jeter, dice ahora estar profundamente avergonzado.

¿Ahora? Braun es un hombre adulto, con educación universitaria, que conocía las consecuencias de sus actos desde el mismo momento en que decidió tomar un atajo y no recorrer el camino del máximo esfuerzo.

Acorralado por las circunstancias, ahora se disculpa porque no le queda más remedio.

De todos modos, el mensaje es de cierta forma válido, aunque no suene absolutamente legítimo.

A diferencia de los ya retirados Barry Bonds y Roger Clemens o de Alex Rodríguez, cuya carrera está cerca del fin, a Braun le queda tiempo en su intento por limpiar un poco su imagen, severamente dañada ahora mismo.

Quizás ahí este la clave. Borrón y cuenta nueva a partir del 2014. Talento tiene para sobresalir son necesidad de hacer trampa y eso no se lo discute nadie.

Dicen que el tiempo cura todas las heridas, pero las cicatrices no desaparecen.

Ryan Braun podrá en los años que le queden de carrera tratar de mejorar su imagen a fuerza de duro trabajo, pero nunca logrará volver al punto en que parecía un tipo limpio, cuyos logros se basaban exclusivamente en sus aptitudes deportivas.

A pesar de la disculpa, el plato sigue roto para siempre.