El béisbol para muchos es un pasatiempo, para otros un negocio, unos lo toman como el boleto para costearse la educación superior, pero hay quienes vieron en este deporte la puerta para buscarse una mejor calidad de vida.
Starlin Castro es uno de muchos peloteros dominicanos que se han aprovechado de este juego para abrirse paso en la vida y en las Grandes Ligas.
"Cuando venimos de República Dominicana, es el único deporte, es lo único que tú puedes hacer para tratar de ayudar a tu familia, para salir adelante. Esa es una de las cosas que yo siempre tenía pendiente, mi papá siempre estuvo conmigo enseñándome cómo jugar pelota, cómo aprovechar las oportunidades", afirmó Castro, quien supo capitalizar su oportunidad y en su primer turno al bate en las Mayores, el 7 de mayo de 2010, frente a los Rojos de Cincinnati, conectó un jonrón escribiendo su debut con letras mayúsculas.
Castro identifica a Miguel Tejada como uno de sus ídolos de la niñez. Tejada y su disciplina sirvieron para apoyar los logros de los Atléticos de Oakland que en la campaña del 2000 ya que obtuvieron su primer título en ocho años de la División Oeste de la Americana.
"Tejada era el hombre, ya que cuando estuvo con Oakland y con los Orioles siempre era uno de los peloteros que más admiraba, y me decía a mí mismo: "Cuando sea grande, quiero ser como él", dijo Castro en entrevista con ESPNDeportes.com.
Este campo corto dominicano sabe que el éxito no llega por sí solo, debe de ir acompañado de esfuerzo y sacrificio, cosa que le ha rendido frutos al joven pelotero pues ya ha sido seleccionado para el Juego de Estrellas. "Estos llamados son especiales. Es muy especial, para mí y mi familia, yo pienso que el trabajo y la positividad durante el juego es lo que me han ayudado", afirmó Castro.
Un país diferente, cultura, idioma, comida. Todo es diferente. Dejar tu patria y lanzarse a la aventura de las grandes ligas no es cualquier cosa.
Afortunadamente para Castro, su compatriota Alfonso Soriano ya tenía ese camino recorrido y se convirtió en mentor de Starlin a su llegada a la Gran Carpa con los Cachorros.
"Alfonso Soriano es como mi segundo papá. Desde que llegué al equipo fue el primero que me dijo fue: 'Yo te voy a proteger, te voy a enseñar cómo se juega este juego, cómo mantener la mente en este juego, cómo comportarte dentro y fuera del terreno'. Me llevó también a vivir con él a su casa." Hay que reconocer que gestos como éste no los tiene cualquier persona", recordó conmovido Castro.
Una vez de vuelta a su país fuera de temporada, Starlin también sabe disfrutar de su energía y lo que se ha ganado a base de esfuerzo. No sería sorpresa encontrarlo como dice él, en el "club" (o discoteca), ya que la música y el baile los lleva en la sangre. Durante la temporada muerta, gusta de volver a la isla y compartir con su familia y amigos.
"Me gusta salir a parrandear. cuando estoy en la temporada muerta, me la paso en Santo Domingo con mi gente", dijo Castro.
Y así como no todo es trabajo, tampoco no todo béisbol. Starlin ahora disfruta también de los juegos de baloncesto y aunque por residir y jugar para uno de los equipos de la ciudad, uno pensaría que es aficionado de los Chicago Bulls, pero no, se subió al tren de la victoria y es fiel seguidor de LeBron James y el Miami Heat, ahora bicampeones de la NBA.
"Me gusta el Heat porque está LeBron, ese es mi jugador favorito. Pero también me gustan los Bulls. Cuando estamos allá en Chicago, y ellos tienen juego, siempre voy", dijo
Cuando se acaba el tiempo de relajarse, sigue el volver a enfocarse en el futuro, mismo que para Starlin lo vislumbra no sólo al devolverle al equipo los años de gloria, sino en ayudar en un futuro a algún pelotero joven como lo hicieron con él. No sólo ayudar a ser un mejor pelotero sino una mejor persona.
"Yo me veo logrando cosas grandes. Mi enfoque principal es ayudar a ganar a mi equipo, Chicago, que tiene mucho tiempo sin ganar. Eso es lo que yo más quisiera, ayudar a mi equipo, y estar con mi equipo algún día en una Serie Mundial", terminó diciendo Castro.