MIAMI -- Las estadísticas de Peyton Manning hablan por sí solas.
Los Denver Broncos dieron una demostración de poder y Manning se convirtió en apenas el sexto mariscal en la historia en lanzar para siete touchdowns.
No es un typo, fueron siete pases de anotación.
Y a pesar de que nadie podía esperar una actuación semejante, la realidad es que sabíamos que la ofensiva de Denver era una potencia.
A pesar de tener un corredor por comité --ayer Knowshon Moreno tuvo la mayoría de acarreos--, tienen tantas armas por aire que asustan a cualquiera.
Yo me sigo rascando la cabeza cuando pienso que los Patriots dejaron "caminar" a Wes Welker por no querer ofrecerle dinero ínfimo a un receptor abierto que ldiera a la liga en atrapadas en los últimos seis años combinados.
Sí, ayer cometió un error costoso y a veces deja caer pases, pero es imposible de marcar en el uno a uno y ayer probó ser el objetivo favorito de Manning ya de entrada.
Si a eso le sumamos a Eric Decker y a Demaryius Thomas, entonces apaga y vámonos.
Ya los fans de los Broncos están adulando a Julius Thomas también pero tranquilos que podría ser el próxim Kevin Ogletree, que brilló en la primera jornada el año pasado y luego se cayó como un piano.
Además, el cirujano Manning hasta hizo brillar a Jacob Tamme en su momento.
En conclusión, esta ofensiva mete miedo, pero como diría Bugs Bunny, "¿Qué hay de nuevo viejo?"
Preocupante lo de la defensiva de los Ravens, que fue desastrosa de principio a fin.
Cambio de nombres y cambio de identidad.
No intimidan a nadie y ayer tuvieron suerte de que la tormenta eléctrica pareció sacar de ritmo en el inicio a Manning. De lo contrario, Denver hubiese anotado 70 puntos.
Para ser justos, debo admitir que estuvieron mucho tiempo en el terreno y lucieron muy cansados en el complemento.
Pero no es excusa, deben mejorar.
A la ofensiva, los Ravens también dejaron dudas.
No pudieron correr y la lesión de Dennis Pitta probó ser tan importante como esperábamos.
Dallas Clark dejó caer un touchdown y Ed Hickson brilló por su ausencia.
Para colmo de males, Jacoby Jones se lesionó luego de que un compañero lo golpeara sin intención, y los huecos de Baltimore se acrecentaron.
Lo bueno es que el novato Marlon Brown mostró algunas cosas interisantes.
Todo lo que pudo haberle salido mal a los Ravens les salió mal, pero no hay que ser prisioneros del momento y descartarlos ya.
Hubo momentos en la temporada pasada en la cual pensé que los Ravens estaban muertos y terminaron ganando el campeonato.
Lo importante no es cómo se comienza sino cómo se termina.
Pero volvamos a los Broncos por un momento, y hablemos de su defensiva.
Porque yo quería ver cómo ejercían presión sobre el mariscal rival sin Von Miller ni Elvis Dumervil --ahora con los Ravens-- y cómo sobrevivían sin Champ Bailey en el fondo.
En la primera mitad sobre todo, a los Broncos les costó mucho llegarle a Joe Flacco. La situación mejoró en el complemento (Shaun Phillips tuvo dos capturas y media), pero será un problema mientras no esté Miller.
Bailey no es el mismo de antes, pero sigue siendo el mejor allí atrás y Denver lo necesita saludable. No obstante, fue una gran actuación de Dominique Rodgers-Cromartie.
A fin de cuentas, hay cosas por mejorar y eso es lo que asusta de Broncos.
Sin un par de sus máximas figuras, desmantelaron al campeón defensor.
Y a juzgar por esta actuación del cirujano Manning, Baltimore no será el único en sufrirlos.