MÉXICO -- Señoras y señores... Es imperdonable, inadmisible, vergonzoso. ¡Hay que cortar cabezas de inmediato! Los culpables estaban en el Estadio Azteca. México se encuentra en el abismo y es algo lamentable, muy lamentable, sin embargo, aún y cuando la eliminatoria está cuesta arriba, todavía existe la salvación.
Culpables son todos. Desde los jugadores hasta Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), pero estoy convencido de que México tiene todavía cosas que rescatar como los jugadores y su futbol que todavía tienen en los pies. Es momento de que rueden cabezas y se renueven los mandos directivos de la Comisión de Selecciones Nacionales.
Es momento de pensar. Es en este instante cuando se tienen que sentar las bases del futuro del balompié mexicano, un negocio que comienza a quebrantarse si no se hace nada al cierre de la eliminatoria. Todavía hay que ir a visitar a Estados Unidos y cerrar frente a Costa Rica y eso complica mucho el futuro del equipo mexicano.
Los jugadores van a decir que se "mataron", pero no es verdad, dejaron mucho que desear en la cancha. Existe una idea errónea que es el Estadio Azteca el que ayuda... ¡no señores!, es el juego que desplegaba la Selección Nacional, apoyado por 100 mil personas que sabían que el representativo mexicano iba a dar todo el campo. No debemos engañarnos más. Es la peor eliminatoria en casa, algo deleznable y triste.
Hoy no hubo personalidad, ni liderazgo, ni carácter, no existe sospecha alguna del partido. La realidad es que México tiene el espejo de frente y si existe la autocrítica, entonces, mañana se estarán buscando directivos y entrenador. No hay más. Esta noche, este "Aztecazo" debe cobrar cabezas y seguramente la de "Chepo" rodará esta noche.