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Lo bueno, lo malo y lo feo de la Semana 1

La lamentable lesión de Maurkice Pouncey ocurrió en una jugada inexplicable de un compañero. AP

MÉXICO -- Se disputó la jornada dominical de la Semana 1 de la NFL, y los temas para comentar son varios. Aquí algo de lo más relevante:

Lo bueno. La soberbia actuación de Peyton Manning, quien a sus 37 años de edad, lanzó para 462 yardas y siete --sí, siete-- pases de anotación, guiando a los Denver Broncos a un triunfo sencillo sobre los Baltimore Ravens en el juego inaugural del jueves por la noche. Manning logró involucrar prácticamente a todos sus receptores con jugadas importantes, destacando sobre todo la actuación del ala cerrada Julius Thomas, un jugador que en dos temporadas llevaba una recepción para 5 yardas en la NFL. Manning conectó en la noche cinco veces con Thomas, para 110 yardas y dos touchdowns. La marca de un jugado grande es su capacidad para elevar el nivel de quienes lo rodean, y Manning cumple con este requisito. No sorprende necesariamente que los Broncos hayan superado a los Ravens, pero sí sorprende la facilidad con que sucedió.

Lo malo. Únicamente ocho equipo lograron un promedio de 4.0 yardas o más por acarreo en lo que va de la Semana 1, y únicamente seis intentaron al menos 30 acarreos. La liga está desbalanceada hacia el ataque aéreo, algo que no es nuevo, pero aunque se corra poco, hay que correr con efectividad. Los Miami Dolphins intentaron 23 acarreos contra los Cleveland Browns, acumulando apenas 20 yardas en el duelo, para un miserable promedio de 0.9 yardas por intento. La carrera más larga fue de apenas 5 yardas, y por esta vía solamente acumularon un primer intento. Miami logró sacar el partido, pero no ganarán muchos partidos si no demuestran la capacidad de mover las cadenas por tierra en algún momento.

Lo feo. Todavía sigo sin entender qué pretendía hacer David DeCastro, el guardia derecho de los Pittsburgh Steelers. El centro Maurkice Pouncey se encontraba bloqueando a un liniero de los Tennessee Titans en una jugada por tierra, cuando DeCastro inexplicablemente se lanza hacia las piernas de su compañero, causando rotura de ligamento cruzado anterior y del cruzado medial en la rodilla derecha del centro All-Pro. Se puede alegar que DeCastro estaba apuntando hacia las rodillas del rival, dado que se trataba de una carrera con bloqueos por zona, y los bloqueos a las piernas son parte de ese sistema terrestre. Sin embargo, el rival estaba siendo ocupado por Pouncey, y de haber contactado al rival, DeCastro hubiera puesto en peligro las rodillas del liniero defensivo, aparte de ganarse un castigo por chop block. Sin embargo, DeCastro parece tirarse directo hacia Pouncey, no al rival. Ninguno se mueve repentinamente, y es claro que nadie empuja a DeCastro hacia el suelo (como fue el caso de Marshal Yanda hacia Michael Oher en el duelo del jueves). La temporada se acabó para Pouncey, por mucho el mejor liniero de Pittsburgh, gracias a una jugada sin sentido ni explicación de DeCastro.