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¿A quién le creo?

Mientras avanza el mes de septiembre y se acerca la pelota invernal del Caribe, la incertidumbre comienza a atacar a las diferentes ligas de los países del área.

La razón es simple: aun no hay un acuerdo invernal (Winter League Agreement) con Major League Baseball para regular las operaciones y la participación de los peloteros contratados por organizaciones de Estados Unidos en las ligas caribeñas.

Por un lado, el presidente de la Confederación del Béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello, ha dicho en tres ocasiones que ya existe un entendimiento con las Grandes Ligas y que se está a la espera de que el sindicato de jugadores dé su visto bueno al acuerdo.

Puello alega que eso le ha sido informado por la parte que está negociando con la Confederación del Béisbol del Caribe, es decir, Kim Ng, la vicepresidente de operaciones internacionales de las Grandes Ligas.

El problema en todo esto es que el sindicato de peloteros no tiene poder de veto en estas negociaciones y nunca lo ha tenido.

De hecho, en más de cincuenta años de relaciones entre las mayores y las ligas del Caribe es la primera vez que el sindicato ha visto siquiera un borrador del acuerdo que firmarían las partes, a pesar de que muchos jugadores protegidos bajo la sombrilla del sindicato (todo jugador en roster de 40) ven acción regularmente todos los años en la pelota caribeña.

Entonces, entra la siguiente pregunta: ¿Hay un entendimiento entre las Grandes Ligas y la Confederación como dice Puello, no hay tal entendimiento y se está diciendo que sí, o alguien le dijo lo que no era a una de las partes?

Mientras la nebulosa sigue rodeando al béisbol invernal, ya han pasado fechas claves en lo que se trata de la conformación de los equipos caribeños con miras a las temporadas que inician en octubre para México, Venezuela y la República Dominicana y en noviembre para Puerto Rico.

La más importante de todas es la famosa entrega de la lista de la fatiga extrema --que regularmente es recibida por los equipos del Caribe el 1 de septiembre-- y que sirve como la base para organizar los rosters para los primeros dos meses de la temporada.

Sin acuerdo invernal con Grandes Ligas, la pelota caribeña en realidad bajaría su calidad a un nivel casi hasta ridículo (principalmente en Venezuela y la República Dominicana donde más de un 80 por ciento de los peloteros están comprometidos a equipos de Estados Unidos).

¿Habrá pelota invernal como la conocemos en octubre? No sé, ¿a quién le creo?