El final de la carrera de Derek Jeter parece estar al doblar de la esquina.
El Capitán, imagen indiscutible de las Grandes Ligas por casi dos décadas, con una carrera sin manchas, sin la sombra de los esteroides o de escándalos extradeportivos, está ahora mismo enfrentando el implacable paso del tiempo y las lesiones que ello conlleva.
Su tobillo, fracturado en el último juego de los playoffs del 2012 que los Yankees de Nueva York perdieron ante los Tigres de Detroit, se niega a sanar, tal como se vio a lo largo de esta campaña, en la que Jeter pasó más tiempo en la lista de lesionados que en el terreno.
¡Menuda tarea la que tienen por delante ahora los directivos de Nueva York! No se trata de reemplazar a un pelotero más.
Estamos hablando del jugador más emblemático de los Yankees desde los tiempos de Mickey Mantle.
Ni Reggie Jackson, ni Dave Winfield, ni Don Mattingly, en su momento caras de la franquicia, llegaron al nivel de liderazgo y popularidad del número 2.
Pero como se acostumbra a decir en el mundo del teatro, el show debe continuar. La pregunta es ¿con qué actor?
Ni soñar con que salga otro Jeter del sistema de Ligas Menores. Por años los Yankees han descuidado su granja, cuando prefirieron optar por jugadores establecidos a cambio de sus mejores prospectos, aunque esta práctica no siempre les dio los resultados esperados.
Entonces no le quedará otro remedio que salir de compras al mercado de agentes libres, aunque de manera inmediata no hay mucho de donde escoger. Lo peor es que lo necesitan YA, tan pronto como la próxima temporada, que comienza en abril del 2014.
El problema es que los mejores campocortos de hoy están agrupados en una hornada de jóvenes talentosos a quienes todavía les falta demasiado tiempo para llegar a la agencia libre o ya están amarrados a sus equipos actuales por varios años.
Las tres opciones más inmediatas disponibles son Stephen Drew, el cubano Yunel Escobar y el dominicano Jhonny Peralta.
Drew está terminando su contrato de un año con los Medias Rojas de Boston y podría ser una posibilidad factible, si es que su equipo actual apuesta a partir del 2014 por el arubano Xander Bogaerts como su campocorto del futuro.
Los Yankees podrían pactar con Drew por un año y dar tiempo a que se abra el mercado para el 2015 o en dependencia de como lo haga en el 2014, firmarlo a más largo plazo, aunque a sabiendas de que ni por asomo será el nuevo Derek Jeter.
A Escobar se le acaba su contrato con los Rays de Tampa Bay al concluir esta campaña, pero el equipo tiene dos opciones para el 2014 y 2015.
El manager Joe Maddon parece satisfecho del trabajo realizado por el cubano, cuya personalidad polémica lo ha metido en más de un problema a lo largo de su carrera.
¿Estaría listo Escobar para resistir las presiones de jugar en la Gran Manzana?
Y el quisqueyano Peralta, aunque seguro al guante y de ofensiva bastante sólida, podría representar una distracción más que una ayuda.
Ahora mismo Peralta está cumpliendo una sanción de 50 partidos por su vinculación en el escándalo de la clínica Biogénesis de Miami y bastantes problemas tienen ya los Yankees que podrían perder por todo el 2014 y parte del 2015 a Alex Rodríguez, también involucrado en este caso.
Otras opciones serían conseguir en intercambio a J.J. Hardy, firmado por los Orioles de Baltimore Orioles hasta el 2014, un canje difícil de imaginar tratándose de un rival directo de la misma división.
En el mismo caso que Hardy está el venezolano Asdrúbal Cabrera, amarrado por los Indios de Cleveland hasta el final de la próxima temporada, quien para entonces tendría sólo 28 años de edad.
Y como el mundo da tantas vueltas y cualquier cosa puede suceder, ¿qué tal Hanley Ramírez en uniforme de rayas?
A Hanley se le vence su actual contrato en el 2014, aunque es muy posible que los Dodgers de Los Angeles le extiendan el pacto en este invierno que se avecina.