<
>

Liriano fue simplemente demasiado bueno

En el Juego de Estrellas, le pregunté a Joey Votto acerca de los Piratas de Pittsburgh. Esto fue por allá por la época en la que todo el mundo estaba escéptico sobre los Piratas, o al menos un poco escépticos dado su historial de colapsos en la segunda mitad de las temporadas 2011 y 2012.

"Son 100 por ciento legítimos", dijo Votto. Entonces trajo a colación a Francisco Liriano. "A pesar de todas las personas que se quejan por los contratos a jugadores y los jugadores que recibieron golpes por malos negocios de un año u ofertas de contratos malos por 10 años, o lo que sea, no se ha escrito lo suficiente sobre Francisco Liriano", dijo Votto. "Ese tipo es demasiado valioso para ellos".

Palabras proféticas, porque en una noche eléctrica en Pittsburgh, los fanáticos de los Piratas llenaron el PNC Park con vítores, cánticos y la pura felicidad de ver béisbol de octubre por primera vez desde 1992. La mamá de Andrew McCutchen canto el himno nacional, el ex ganador del Cy Young Doug Drabek lanzó la primera bola, y entonces Liriano les dejó caer todo el peso de su repertorio.

Retiró los primeros nueve bateadores de los Rojos de forma dominante, y solo necesitó 28 pitcheos para hacerlo. Cuando Marlon Byrd y luegoRussell Martin conectaron cuadrangulares ante el abridor de los Rojos Johnny Cueto en la segunda entrada, el estadio explotó con cánticos burlones de "Cue-to, Cue-to." Era bueno ser fanático de los Piratas.

Luego que los Piratas aumentaran la ventaja a 3-0 en la tercera entrada, el turno clave de la noche llegó en la parte alta del cuarto episodio. Liriano golpeó a Shin-Soo Choo para abrir la entrada, y Ryan Ludwick conectó sencillo, lo que trajo al plato a Votto, con la oportunidad de darle a los Rojos una entrada grande y de volver al juego.

Los tres mejores bateadores de los Rojos son Votto, Choo y Jay Bruce, todos zurdos, razón por la cual este era un choque duro para ellos: Liriano destruyó a los zurdos esta temporada, limitándolos a un promedio de .131 con apenas dos dobles y sin permitir cuadrangulares. Básicamente, convirtió a los bateadores zurdos en lanzadores. Pero este es Votto, el tipo que sabe cómo trabajar los conteos y esperar por su mejor lanzamiento mejor que cualquier otro bateador en el béisbol. Por allá por julio, él habló sobre la combinación de recta/slider de Liriano y lo bien que él había lucido cuando se midió ante el dominico cuando Liriano estaba con los Mellizos. Él pensaba que Liriano había simplificado su modo de lanzar, enfocándose más en esos dos lanzamientos, al menos ante los bateadores zurdos.

Slider, de foul; abanicada fallada ante un slider bajo que chocó con la tierra; slider afuera del plato, abanicada fallada. Tres sliders, adiós a Votto.

Los Rojos se las arreglaron para anotar una carrera en la entrada, y Todd Frazier conectó un largo foul que por poco termina como cuadrangular de tres carreras que le habría dado la ventaja a los Rojos, pero esa entrada fue la oportunidad perdida para Cincinnati.

Después de eso, las cosas fueron de mal en peor para los Rojos. Cueto fue sacado en la parte baja de la cuarta entrada, Neil Walker, quien había conectado solo un extrabase ante un zurdo en toda la temporada, conectó doblete ante Sean Marshall, Brandon Phillips falló con una roleta rutinaria para doble matanza, en la que logró solo un out en vez de dos, lo que permitió que anotara una carrera. Estaba 5-1 la pizarra y Liriano seguía luciendo muy bien en este juego.

Lanzó por siete entradas, permitiendo apenas cuatro hits y un boleto, con cinco ponches. Choo, Votto y Bruce se fueron de 8-1 con un pelotazo y cuatro ponches. El lanzador que tuvo problemas para lanzar strikes durante gran parte de su carrera con los Mellizos lanzó 64 strikes en sus 90 pitcheos.

Es interesante nota que las estrellas de este juego fueron Liriano y Martin (quien añadió un segundo cuadrangular), dos contrataciones como agentes libres por debajo del radar por parte del gerente Neal Huntington; Byrd, la astuta contratación a mediados de temporada desde los Mets adquirido para llenar un hueco en el jardín derecho; y entonces el veterano Jason Grilli, el tipo al que se le dio la confianza como cerrador a pesar de haber logrado apenas cinco rescates antes en su carrera, terminó la faena en la novena. Este equipo está construído alrededor del favorito para el JMV de la Liga Nacional Andrew McCutchen, pero los acuerdos de Huntington (el cerrador del año pasado Joel Hanrahan fue cambiado por el preparador Mark Melancon) añadieron la profundidad de la que carecieron los equipos de los Piratas en los pasados dos años.

Luego del partido, Martin tenía una sonrisa tan amplia como el río Allegheny mientras era entrevistado en la TV. Miró alrededor del estadio y dijo, "Ojalá podamos mantener esta atmósfera a finales de octubre".

Los Piratas han sido la historia del año en el béisbol. La misma continuará, al menos por algunos partidos adicionales, y ojalá que por más que algunos partidos adicionales. Ahora en camino a San Luis, la próxima parada en el largo camino a la Serie Mundial.