BRISTOL -- Nadie tenía en mente que a menos de tres minutos del final del partido contra Denver, Dallas tuviera el marcador empatado, que Tony Romo estuviera arriba de las 500 yardas por aire con 5 pases de anotación y Peyton Manning en la banca.
Pero Romo sufre una intercepción.
Fue el mejor juego de su carrera en la NFL, fue el quinto mariscal de campo en la historia de la Liga que, en un solo partido, logra superar las 500 yardas y registra cinco pases de anotación, pero una vez más Tony lanza una intercepción en el momento menos indicado.
En su intención de buscar completar el pase con su ala cerrada, Gavin Escobar, Romo se olvidó, no vio a DeMarco Murray completamente solo. El resultado lo sabemos todos. Pase interceptado y gol de campo con el que ganaron los Broncos, en el mejor partido, hasta ahora en la temporada.
Cierto que la intercepción de Romo llega en un momento crítico del juego, llega en el momento donde los pasadores mortales se tienen que separar del resto, llega en los momento donde Dallas no tendría otra oportunidad para regresar en el marcador, llega en el peor momento, cuando faltaban 2:04, con el marcador empatado y dentro de su propia yarda 25.
Hasta antes de enfrentar a los Broncos, Romo tenía sólo nueves pases completos de más de 20 yardas, pero contra Denver sumó los mismo nueve. No hay duda, los números de Romo son sobresalientes, así como lo que pudieron hacer sus receptores (Jason Witten, Dez Bryant y Terrance Williams), quienes superaron las 100 yardas cada uno, pero para mala fortuna de Romo se repite la misma historia de otras temporadas. Errores en los momentos que definen un partido.
Algo característico en un equipo irregular como Dallas, algo característico que después de dar un gran partido no encuentra la forma de ganarlo.
Sin defensiva
El verdadero mal de estos Cowboys no pasa por Tony Romo (quien apenas sufrió su segunda intercepción de la temporada), a pesar de que le hayan interceptado y a la postre dio el gol de campo a Denver para el triunfo. El principal problema para Dallas está en la defensiva.
Son el CUARTO equipo en la historia de la NFL que le permite a tres pasadores distintos superar las 400 yardas en un partido (Eli Manning con 450 en la Semana 1, Phillip Rivers con 401 en la Semana 4 y Peyton Manning con 414 en la Semana 5).
La gran pregunta para Dallas es saber si podrá frenar o contener a los rivales que le restan en el calendario. Pues valdría la pena revisarlo.
Partamos de que Dallas no tiene una línea defensiva decente. Hoy más que nunca extrañan a Anthony Spencer (fuera por el resto de la temporada) y Jay Ratliff (fuera por lesión, al menos una semana más). Salvo DeMarcus Ware y Jason Hatcher (tacle defensivo) son de primer nivel, los demás, entre ellos George Selvie y Nick Hayden, hoy en día titulares, sólo se esperaba que lograran la plantilla en la pretemporada. Por algo en los últimos tres partidos han tenido una captura de pasador.
Sin defensiva es muy complicado ganar y mucho menos contra un equipo como Denver y teniendo enfrente a Peyton Manning. Queda claro, para poderle ganar a los Broncos hay que jugar bien de los dos lados del balón, pues un pequeño error se puede convertir en una desmoralizante derrota.
Pero, así han sido los Cowboys en los últimos años. Así de irregulares. Por algo tiene marca de 24-29 desde 2010, por algo tiene sólo tres temporadas con 10 victorias desde 1997.
Así son los Cowboys y así ha sido Romo. En cuatro períodos pueden darte un partidazo y en minutos pueden acabar con todo.