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Los Medias Rojas verán al Verlander real

Verlander insiste que sus problemas eran mecánicos, no físico. Y parece que tenía razón. AP Photo/Chris O'Meara

El tema era Justin Verlander, y los dos bateadores veteranos que lo habían enfrentado este año hablaron en su caseta del ganador del Cy Young con gran respeto, pero también con honestidad profesional.

"Él ya no es el mismo", dijo uno de los jugadores.

El otro concordó: "Ni siquiera cerca".

Ellos hablaron de cómo la recta de Verlander en 2013 era menor a lo que usualmente solía ser, y cómo esto cambió todo en el reto de batearle. Porque él no lanzaba tan duro como en el pasado, él se apoyaba más en sus lanzamientos de poca velocidad. "Ahora tiene que engañarte", dijo uno de los bateadores. "Nunca tenía que hacer eso antes".

El diagnóstico inicial de estos dos jugadores en particular acerca de Verlander fue compartido por muchos de los evaluadores: todas esas entradas trabajadas, todos esos partidos donde realizó más de 120 lanzamientos, como el mejor pitcher del juego, finalmente lo habían alcanzado.

Bueno... ni tanto.

Verlander había dijo todo el verano que él sentía que debía hacer ajustes mecánicos, pequeños giros para que su envío tuviera de nuevo eficiencia máxima, y aparentemente los hizo, porque al final de lo que ha sido un año menos dominante, estuvo excepcional, de nuevo.

Él controló por completo a Oakland en el quinto juego de la Serie Divisional de la Liga Americana la noche del jueves, lanzando duro; el primero de dos imparables que permitió ocurrió en la séptima entrada.

Dado su nivel de confianza usual, yo creo que él comenzó a pensar acerca de un posible juego perfecto alrededor de la quinta entrada. O quizá antes.

"Sí, pensamos en la posibilidad de un sin hit", le dijo a la prensa después del partido. "Pero me quité esos pensamientos rápido. Pienso que ustedes ven a lanzadores con juegos sin hit en el último tercio del partido, permiten un imparable y todo se desmorona, te vuelves errático, eso se ve todo el tiempo.

"Siendo ese el caso, me hubiera gustado lanzar un juego sin hit, y lo tenía presente, pero no puedes dejar que eso ocurra en este caso. El juego es muy grande. Hay muchas cosas que pasan, que no puedes permitir que un hit sobre el final del partido cambie tu enfoque. Me bajé de la lomita y me dije a mí mismo que recuperara la concentración y ejecutara. Esas fueron las palabras del día para mí en la cabeza, 'relajarme' y 'ejecutar'".

Dijo Bob Melvin, mánager de Oakland: "No conseguíamos buenos swings frente a él. Pensé que conforme obscureció, logramos tener mejores swings, pero él seguía lanzando rectas. No he revisado el video para ver si él se mantuvo en las esquinas toda la noche. Sorprendente el hecho de cuántas rectas nos lanzó y abanicamos, porque usualmente somos un equipo que batea bien las rectas".

En las últimas cuatro aperturas de Verlander, él ha permitido cero carreras, 15 hits y ha concedido seis pasaportes en 27 innings, con 43 ponches. En la serie ante Oakland, los cuatro pitchers abridores de Detroit -- Verlander, Max Scherzer (quien entró de relevo en el Juego 4), Aníbal Sánchez y Doug Fister -- lanzaron 34 entradas y un tercio de 44 innings posibles, y poncharon a 41 bateadores.

Pero eso fue contra Oakland, un equipo que es relativamente joven y agresivo, como Josh Donaldson, quien parecía determinado a hacer el swing independientemente de qué lanzamiento efectuara Verlander, o hacia dónde lo hiciera. Ese reto cambia ante Boston, porque los Medias Rojas tienen un hábito de sacar a los pitchers abridores de los juegos, incluso al cuarteto de élite de Detroit.

Verlander promedió 6 entradas y un tercio en sus 33 aperturas contra otros equipos; ante Boston, su única salida duró 5 entradas y 112 lanzamientos.

En una temporada que probablemente le dará a Scherzer un Premio Cy Young, él tuvo dos aperturas contra los Medias Rojas, trabajando siete entradas en cada una; ganó uno, perdió el otro. Fister promedió 6 entradas y un tercio en 32 aperturas, y trabajó 10 innings y un tercio en dos salidas ante Boston, siendo maltratado a inicios del verano y luego colgando el cero por espacio de siete episodios a principios de septiembre. Sánchez no enfrentó a Boston este año.

El staff de los Tigres recuerda al de los Bravos de Atlanta en los años 90, que tenía profundidad, muchas estrellas, pero un bullpen muy delgado. Los Rays sacaron a un zurdo tras otro del bullpen en la Serie Divisional de la Liga Americana ante Boston, una oleada humana de zurdos. Detroit tiene dos zurdos -- Drew Smyly, y José Álvarez, quien tiene nueve apariciones como relevista en las Mayores.

Durante el transcurso de la temporada regular, los bateadores de los Medias Rojas vieron 1,300 lanzamientos más que cualquier otro equipo, y esa habilidad particular nunca será más importante de lo que debe ser en esta serie, contra esta rotación, contra el revitalizado Justin Verlander.

Que es el mismo hombre.

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Del Departamento de Estadísticas e Información de ESPN, más acerca de Verlander:

• Verlander generó 24 swings abanicados, que igualó su máxima cifra de cualquier apertura en las últimas cinco temporadas. Él obtuvo 18 swings abanicados con su recta, la mayor cantidad de cualquier inicio en las últimas cinco campañas. Eso lo empata en el primer sitio de más swings abanicados ante una recta en un inicio de postemporada durante ese periodo, igualando los 18 de Tim Lincecum de los Gigantes de San Francisco contra los Bravos de Atlanta en 2010.

• Verlander también dijo luego del partido "es la primera ocasión después de un buen periodo que mi cambio ha estado bien". Tenía razón. Verlander maniató a los bateadores zurdos de Oakland, que se fueron de 20-1 el jueves, algo que fue ayudado por lanzar 12 de 17 cambios para strikes contra ellos.

Fue el promedio más alto de cambios que resultan en strikes contra bateadores zurdos en casi dos meses (el último promedio que había sido igual de bueno fue el 11 de agosto contra los Yankees --81.3%).

• Verlander tiene récord de 4-0 con efectividad de 1.24 y promedio de bateo del rival de .156 ante Oakland en postemporada. Contra todos los demás, tiene foja de 3-4 con 5.14 de efectividad.

• También tiene la racha más extensa de innings sin permitir carrera para un pitcher contra un equipo en la historia de la postemporada de Grandes Ligas:

2012-13 Justin Verlander: 30 IP vs. los Atléticos
1905-11 Christy Mathewson: 28 vs. los Atléticos
1957 Lew Burdette: 24 vs. los Yankees
1991-92 Steve Avery: 22 .1 vs. los Piratas

1930 George Earnshaw: 22 vs. los Cardenales