SHANGHAI -- Qué gran momento de Novak Djokovic. Es imposible soslayar la buena gira que tuvo el serbio por Asia. Coincidió con su pérdida del número uno del mundo. Pero poco tiene que ver el formidable 2013 de Rafael Nadal con los últimos 15 días del serbio con títulos, tanto en Pekín como en el Masters 1000 de Shanghai.
El hombre de Belgrado se había consagrado en 2012 en estos torneos por lo que era imposible para él sumar punto alguno en esta etapa. Sin embargo, el hecho de haber vencido al propio Nadal en la primera final y a Juan Martín Del Potro, vencedor del español, en la segunda, lo consagran como el Jugador de la Semana.
Fue excelente su nivel a lo largo de la semana. Su tenis está vigente. Su poderío desde el fondo de la cancha es abrumador en varios tramos en cada uno de sus partidos lo que lo hace un jugador indeseable para cualquiera de sus rivales.
"Cualquiera de los dos pudo llevarse el título. Yo lo que hice fue manejar mis emociones y creer en la victoria hasta el final para jugar los golpes correctos en el momento adecuado", dijo Djokovic ni bien ganó Shanghai por segunda vez consecutiva, intentando de resumir esa suma de confianza.
Quizás tenga que corregir algunas actitudes dentro del campo de juego para seguir sumando adeptos. Algunas reacciones ante decisiones arbitrales lo han sacado de partido, lo que hizo que el público lo abuchee. Como consecuencia, el campeón se sintió molesto ante ello. Aunque logró abstraerse para conseguir el título, no es algo que pueda enorgullecer.
Al margen, lo concreto es que Djokovic, como en 2012, vuelve de China con otros dos títulos dejando en claro que, a pesar de haber perdido el número uno del mundo, no se resigna.