MÉXICO -- Señoras y señores... México sigue vivo de milagro. Costa Rica quiso echar al Tri, pero Estados Unidos lo metió de último momento. Es la realidad. Faltaba minuto y medio y estábamos eliminados. Panamá no supo controlar el partido y nuestro eterno rival se encargó de revivirnos en otra ciudad, cuando México estaba a punto de concretar el fracaso más grande de su historia.
¿Culpables? Es una responsabilidad compartida. El futbol mexicano se maneja como una pirámide, los que deciden están arriba y hasta abajo, los futbolistas, son los que parten la cara.
¿Dónde está el Chepo? ¿Dónde? Debería dar la cara, es el entrenador que tiene a México donde está, limosneando el repechaje. Es una realidad muy clara.
Ahora tenemos que enfrentar a Nueva Zelanda. Toda una incógnita para los nuestros. Se desconoce su futbol, pero tampoco México puede confiarse en sus próximos rivales, ya que si quedaron a nada de no ir al Mundial, estos dos partidos tendrán que mejorar sustancialmente si queremos estar en Brasil.
Sin duda, esto es un fracaso. No por ir a un repechaje se puede pensar que México hizo una buena eliminatoria. Todo ha sido de último momento. El gol de Raúl Jiménez, las anotaciones de Estados Unidos. ¿Qué necesidad? ¿Por qué tanto sufrimiento cuando presumimos de tener uno de los mejores futboles del continente?
Señores, la selección nacional es un caos. Una auténtica anarquía. ¿Hacia dónde va? ¿Cuál es el plan táctico y futbolístico? ¿Quién se va a vestir de héroe? Este desorden es peligroso, muy peligroso, así que el tiempo corre y tenemos un mes para saber si estamos o no en Brasil. Por lo pronto lo estuvimos unos minutos y tiene un sabor amargo, esperemos que pronto eso cambie a un sabor dulce. Seguramente serán 180 minutos de sufrimiento.