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Triste semana para la lucha libre

MÉXICO -- La lucha libre mexicana tuvo una semana negra, triste, atípica... una semana de llanto, recuerdos, nostalgia...tras registrar la muerte de dos personajes destacados en el pancracio nacional: el réferi "Chocolate" y El Brazo.

Apenas era lunes 14 cuando en redes sociales comencé a ver informes sobre el deceso de Luis Castillo, mejor conocido como "El Chocolate", un hombre apasionado de la lucha libre, que inició en este mundo como gladiador en 1981, bajo el nombre de El Incognito, pero que tiempo después se consagró en este deporte como réferi, labor donde destacó en el encordado.

Como árbitro participó en empresas como Triple A, MaxProa, EMLL y recientemente en la EAW International.

Fue el primer y único réferi -hasta ahora- en impartir justicia sobre un cuadrilátero, un hexadrilátero y un ring de dos pisos.

La muerte del Chocolate llegó luego de ingresar a un hospital de Toluca, Estado de México, tras sufrir un infarto. Se le preparaba un homenaje en la Arena Azteca Budokan en el próximo noviembre, pero lamentablemente este reconocimiento será póstumo y en apoyo a su familia, que sin duda tendrá un gran hueco por llenar, pero siempre con el legado y el sabor que El Chocolate le imprimió a cada instante de su vida.

LA DINASTÍA ALVARADO TAMBIÉN VISTIÓ DE LUTO

No sólo la muerte del Chocolate Castillo sorprendió en esta semana, pues sólo dos días después de conocer su partida, llegó una noticia que para muchos cayó como cubetada de agua helada, al enterarnos que Juan Alvarado Nieves, mejor conocido como El Brazo, falleció el miércoles 16 a la edad de 52 años luego de ser internado en un hospital por complicaciones gastrointestinales y presión arterial; sufrió coma diabético que le provocó un infarto que lamentablemente acabó con la vida de una leyenda del pancracio.

Juan Alvarado Nieves y sus hermanos Jesús (El Brazo de Oro) y José (Brazo de Plata o Súper Porky) heredaron el gusto por el costalazo de su padre,
Juan Alvarado Ibarra (Shadito Cruz, y en un tiempo llamado El Hombre del Brazo de Oro) y entre los tres formaron una de las tercias más temibles, queridas e inolvidables de este deporte, Los Brazos, que también fueron conocidos como Los Mosqueteros del Diablo.

Pero antes de este tiempo de gloria, Juan luchaba como Johny El Suavecito, un personaje exótico que a principio de los 80, hacía las delicias de la gente y sacaba provecho al personaje por su peculiar forma de caminar.

Tras recorrer varias lonas, junto a sus hermanos triunfó en el Toreo de Cuatro Caminos, hasta que dejaron esta empresa tras varias diferencias laborales.

El 21 de octubre de 1988 en La Plaza Monumental de Monterrey, Los Mosqueteros del Diablo apostaron sus incógnitas frente a los Villanos I, IV y V, y tras una batalla memorable, fueron despojados de sus tapas.

Posteriormente actuaron en la Arena México, donde la gente se les entregaba en cada función, tiempo después se enrolaron en Triple A, empresa donde actualmente El Brazo actuaba como un nuevo personaje exótico, La Braza.

Cabe recordar que una de sus batallas más recordadas fue aquella en donde sin importar los lazos fraternos, se jugó la cabellera ante su hermano Jesús, al cual rapó en la llamada Catedral de la lucha libre.

Así, El Brazo, Johny El Suavecito, Brazo Negro, Brazo Hermoso, Tío Lucas, Latin Boiler, Ingordable, La Puerca, La Braza, o simplemente Juan Alvarado Nieves, será recordado por la afición de la lucha libre y dejará un legado a este deporte, que sin duda, lo extrañará sobre el cuadrilátero.

Descansen en paz dos leyendas de la lucha libre mexicana.