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Regreso abrumador del Pacman

En la mañana de Macao se cumplieron todos los vaticinios y Manny Pacquiao (55-5-2 con 38 KOs) no tuvo problemas para vencer a Brandon Ríos (31-2 y 1 con 23 KOs). No hubo KO como la mayoría esperaba, pero la superioridad del filipino fue abrumadora en todo momento.

Ríos subió al ring con una diferencia a su favor de casi diez libras sobre Pacquiao, tal vez ese factor le dio mayor fortaleza e impidió que todos los golpes recibidos le hayan provocado el KO. Sin embargo el estadounidense lució lento, sin sorpresa ni tampoco capacidad técnica para mudar el dibujo de la pelea. La frustración se vio en su rostro muy temprano.

Para Pacquiao la batalla de Macao, en lo previo , marcaba mucho para su futuro. Venía de dos derrotas, de sufrir un KO impresionante en su último combate contra Juan Manuel Márquez y con el drama del tifón filipino sobre sus espaldas de congresista comprometido con su pueblo. Por encima de esas circunstancias , enfrentaba a un rival más grande, más fuerte, más joven y presuntamente, con todas las ganas de aprovechar la oportunidad.

Manny interpretó muy bien el libreto esperado. Se movió todo el tiempo, golpeó todo el tiempo, caminó como una luz por los laterales, mandó metralla desde los ángulos, entró y salió, y en cada entrada impactaba con dos o tres golpes en secuencia de vértigo. Fue tan superior a Ríos que hasta se pudo tomar descansos y aflojar al final bajo el ensordecedor apoyo de toda la platea.

El triunfo era aguardado, aunque seguramente todos pensaban que Ríos podría sorprenderlo en algún momento. No supo cortar el cuadrilátero, ni tuvo capacidad de poner presión. Vaya, no pudo siquiera mover su cuerpo para quitarse algún golpe como le pidió la esquina. El filipino se sobró y la historia del combate solo permitió constatar que aún habrá Pacquiao por un buen rato.

Y esa es la interrogante más importante que deja el combate. ¿Contra quién y cuándo? ¿Juan Manuel Márquez, Timothy Bradley, Ruslan Provodnikov o Miguel Angel Cotto? Los dos últimos estaban presentes en Macao, por ello nada debe ser descartado. De Floyd Mayweather no es ni necesario preguntar, solo un giro de 180 grados en el mundo actual del boxeo nos regalaría esa súper pelea.

La mañana de Macao, no obstante dejó algunas cosas importantes como conclusión. En principio el acierto de Bob Arum y Top Rank: no fue una locura armar una cartelera a las 10 de la mañana para que en Estados Unidos la viéramos a las 10 de la noche. Por el contrario esta cartelera es desde ya un punto de inflexión en la propia historia del boxeo. No lo olviden y vayan preparándose para ver otros PPV similares.

Otra conclusión, a mi juicio importante, es que este Manny Pacquiao es bastante diferente al de antaño. Mantiene la velocidad, pero ahora se maneja con otras precauciones, con mayor cautela, jugado más a lo técnico, controlando más su agresividad y al parecer, sin la pegada de antes. En otras circunstancias, ante un rival como Brandon Ríos, le hubiera alcanzado con tres o cuatro round para masacrarlo. Que haya elegido trabajar la pelea, con paciencia y otras precauciones, es un mensaje muy claro sobre su presente.

De todas maneras, siempre el filipino es espectáculo. Su magnetismo se mantiene incólume y su permanencia en la elite actual del boxeo, le hace bien a todo el boxeo. Ahora esperaremos a quien enfrentará en el 2014, sea el que sea, será parte de la historia de un merecido miembro del mejor Salón de la Fama.