New York se lleva las primeras planas, y dentro de todo, se las merecen.
Lesiones, edad, mala química, malas decisiones. Todas se conspiran para hacerle la vida imposible a los dos equipos de la 'Gran Manzana' en lo que va de la campaña de la NBA, su premio de consolación siendo que no son los únicos que desilusionan.
Equipos, jugadores, la temporada en general. He aquí algunos de los aspectos más decepcionantes luego del primer mes de acción.
El patético Este
Sabíamos que la Conferencia del Este sería más débil que el Oeste, pero la discrepancia es vergonzosa.
Fuera del dos veces campeón Heat y su rival Indiana, el resto del grupo falla en inspirar y brindar confianza a la hora de tratar de anticipar una temporada regular larga y tediosa, y una postemporada en el Este que luce tener sus dos finalistas pre aprobados.
Noviembre fue un mes cruel para la conferencia (107-140 en general, 79-136 sin los récords de Miami e Indiana), pero no todo luce perdido.
La camada de jugadores jóvenes, encabezada por John Wall (Wizards) y Andre Drummond (Pistons) entre otros, comienza a impactar con tiempo suficiente para alterar el panorama, mientras novatos como Victor Oladipo y Michael Carter-Williams trabajan para dejarse sentir.
Anthony Bennett
Y hablando de Oladipo, Carter-Williams y la clase de novatos, Anthony Bennett se dirige con paso firme a pasar inadvertido en su debut como primer pick con los Cleveland Cavaliers.
Las lesiones lo tocaron de un principio y lo sacaron de ritmo, y no encuentra tiempo como alero o delantero en la línea frontal de Mike Brown, un coach que jamás será confundido con un genio ofensivo.
En los primeros 13 juegos de su carrera, el exrebelde de UNLV acumuló casi el doble de faltas personales que cestas (21-11), y solo un turnover menos (10).
El doloroso juego
Las lesiones siempre son claves en las aspiraciones de los equipos, y ya en el primer mes de la temporada noquearon a un serio contendiente (Bulls), parece que ayudaron a sepultar a algunos que pretendían (Knicks, Nets), y debilitaron por el momento a otros que rezan por pronta mejoría (Grizzlies, Clippers, Pelicans). Sin contar las muchas otras dolencias que mantienen activos a todos los preparadores físicos a través de la NBA.
De todas, la de Derrick Rose fue la más significante, sacando de carrera a Chicago, debilitando el Este y desinflando una temporada regular que abrió con mucha promesa.
La salud de Steve Nash y las pérdidas de James Harden
Mientras el cuerpo del veterano base de los Lakers lo traiciona, el del explosivo escolta de los Rockets lo hace perder control...del balón.
Harden es una máquina de cometer 'turnovers' este año, aspecto crucial considerando lo acelerado de su juego y las veces que tiene el balón en mano. Sin contar su defensa, que deja mucho que desear.
Nash, por su parte, hace lo imposible para regresar a cancha y poder despedirse a su manera del tabloncillo que lo vio ganar dos veces el MVP y convertirse en uno de los mejores armadores en la historia de la NBA. Ojala lo veamos una vez más, solo para decirle gracias.
La defensa de los Clippers
Se supone que Doc Rivers vino a Los Ángeles para afilar el diente de una defensa y transformarla en una capaz de competir por un campeonato, aunque fuera a consecuencia de perder un poco de brinco en 'Lob City'.
Sin embargo, mientras la ofensiva cumple y supera el paso del año pasado, la defensa no ha dado los resultados esperados, fallando en superar por el momento los números de la temporada 2012-13, cuando acumularon una línea de 100,8 puntos permitidos por cada 100 posesiones, 94,6 puntos por juego y un porcentaje de cestas en contra de 44,3. La línea esta campaña: 103,0; 101,8; 45,3%.
La ausencia de Matt Barnes los deja sin su mejor defensor en el perímetro, mientras la dupla de Blake Griffin y DeAndre Jordan, como defensores en la pintura, aún no alcanza su potencial. Todo significa que los Clippers -y su defensa en específico- todavía no es de calibre titular.
