SANTO DOMINGO--Dos outs, dos strikes, juego 0-0 en la parte alta de la novena entrada. Corredor en segunda base, la tensión se podía casi agarrar con las manos en el Estadio Quisqueya.
El cerrador de los Leones del Escogido Fernando Rodney acababa de ridiculizar al toletero Juan Francisco con un cambio de velocidad que lo tiró al piso, segundos después de haberlo ponchado. En el plato, el veterano de ligas menores Lew Ford.
El duelo parecía disparejo. De hecho, muchos fanáticos pensaron que el turno había terminado con una recta afuera que parecía haber mordido la esquina pero el umpire del plato Jon Bailey le dio el beneficio de la duda a Ford.
El chance extra favoreció a Ford, quien esperó un cambio de Rodney y sacó el batazo al jardín izquierdo que produjo la única carrera del encuentro y le dio al Licey una victoria 1-0 para tomar ventaja 3-0 en la serie pautada al mejor de nueve juegos.
"Sabía que él iba a usar el cambio en algún momento y lo esperé", dijo Ford luego del triunfo que puso al Licey un paso más cerca de la corona 21 en la historia de la franquicia de 107 años de edad.
Pero Ford reconoció que tuvo mucho cuidado al momento de atacar en el turno al bate que puso al Licey a solo dos triunfos de su primer campeonato desde la temporada 2008-09.
"A Rodney no se le puede hacer swing demasiado duro cuando está haciendo esos lanzamientos porque saca a uno de ritmo fácilmente", dijo.
El Licey coquetea con una barrida, tal y como lo hizo en el 2008-09 cuando vencieron a los Gigantes del Cibao para su corona 20.
Pero el dirigente José Offerman no está pensando en otra cosa que no sea jugar el día a día y con respeto.
"No pensamos en barrida. Estamos pensando en ganar el juego de hoy como ya lo hicimos y ahora el de mañana. Todavía falta mucho para poder celebrar una corona", comentó el capataz azul.
Pero con el domino presentado hasta el momento por el pitcheo del Licey, limitando a dos carreras en 27 entradas a la ofensiva de los Leones, las cosas lucen muy favorables para los Tigres.