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Sandoval: más delgado y con nueva perspectiva

SCOTTSDALE, Ariz. -- Los Gigantes de San Francisco siempre adoran cuando hay menos Pablo Sandoval en los alrededores, así que deben haber estado emocionados cuando él llegó a los entrenamientos esta semana luciendo menos Kung Fu Panda y más como un decidido antesalista que espera reclamar de vuelta su reputación y que espera sacarle el mayor jugo posible a su futuro.

Sandoval, cuyo peso corporal ha sido un problema recurrente durante su estancia con los Gigantes, llegó a Scottsdale notablemente más esbelto luego de un invierno comprometido en su casa en Venezuela. Su rutina incluyó ejercicios con Rafael Alvarez, el ex entrenador de Bobby Abreu, y comidas saludables preparadas por su hermano Luis, quien es un chef profesional.

En enero, surgieron reportes en Venezuela de que Sandoval había perdido más de 40 libras. Pero nunca se pudieron confirmar, y Sandoval se mostró tímido con el tema cuando se le preguntó por el mismo durante entrevistas en el camerino en el Scottsdale Stadium el sábado.

"Ni siquiera me he pesado", dijo.

Cuando se le preguntó si revelaría su peso luego de pasar por ese formalismo, Sandoval dijo de buena manera, "Pregúntenle al entrenador".

Sin embargo, la nueva imagen de Sandoval es un testimonio de su deseo de poner orden correcto a las cosas en el mundo. Luego de ganar el premio de JMV de la Serie Mundial de 2012, parecía encaminado a una monstruosa temporada 2013. Pero esas esperanzas se desvanecieron cuando conectó 14 jonrones en 525 turnos al bate y tuvo un OPS de .758 – la segunda peor marca en sus cinco temporadas completas en San Francisco.

La mejor temporada de Sandoval fue en el 2011, cuando rebajó algo de peso y tuvo un OPS de .909 con 23 jonrones en 117 juegos. Pero una combinación de lesiones en la mano y en el pie, junto con la expansión de su cintura comenzó a darle un giro a su producción. Los Gigantes comenzaron a expresar su preocupación por la salud a largo plazo de Sandoval y su efectividad, y su alcance en el terreno siguió disminuyendo a medida que aumentaba sus libras.

Sandoval tuvo una ligera llamada de atención la temporada pasada cuando sus compañeros Buster Posey, Marco Scutaro, Hunter Pence y Matt Cain le dijeron que necesitaba tener un mayor compromiso con su trabajo.

"Me puse en mi mente que necesitaba crecer y tomar mi trabajo más en serio", dijo Sandoval. "Cuando ellos me dijeron todas esas cosas, yo tenía que tomar eso en serio. No era una sola persona que me lo decía. Mis compañeros saben la clase de jugador que soy. Ellos solo querían que yo mejorara allá afuera".

Aunque Sandoval es inmensamente popular en el Área de la Bahía por su físico común y su buen carácter, admite que le molestaban algunas de las críticas recibidas en los medios por su peso. Él sabe que algunos escépticos argumentarán que él se está poniendo en forma porque está entrando a su año final de contrato, y que una vez logre un nuevo acuerdo volverá a las andadas. Pero él insiste que eso no es importante en su proceso de pensamiento.

"No me importa el contrato", dijo. "Me importa mi equipo. Me importa este año, y nuestro intento de ganar un Campeonato. La gente puede decir lo que quiera. No me importa. Yo estoy aquí para ayudar a mi equipo y mis compañeros a ganar juegos".

Y ¿qué tal si los Gigantes deciden acercársele para discutir una extensión de contrato en las próximas semanas y meses? Él va a estar listo para escucharlos.

"Estoy abierto a esa posibilidad", dijo Sandoval. "No les voy a decir que no".

Por ahora, la discusión sobre su futuro a largo plazo con los Gigantes puede esperar. Esta primavera estará dedicada a mostrarle a la gente que el Pablo Sandoval de 2011 y 2012 todavía existe. Solo se tomó una licencia sabática por un tiempo.