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Los problemas de Brasil

BUENOS AIRES -- A poco más de cien días del inicio de la Copa del Mundo, en Brasil se habla de fútbol menos de lo que se debería. Es que los problemas estructurales de la organización se interponen con lo que realmente importa y, por lo menos hasta que comience a rodar la pelota, el fútbol no será el único tema mundialista.

Según informó la agencia EFE, de los doce estadios en que serán disputados los partidos del Mundial Brasil 2014 aún no fueron concluidos, incluido el de Curitiba, que estuvo a punto de ser eliminado del torneo.

La FIFA había establecido diciembre de 2013 como fecha final para la entrega de todos los estadios brasileños, pero las obras continúan en cinco de las arenas, aunque es poco lo que falta.

El Arena da Baixada de la capital de Paraná es el único estadio para el que no existe una fecha prevista de inauguración, pese a lo cual FIFA demostró su confianza.

Por su parte, el estadio que acogerá el partido inaugural del torneo el próximo 12 de junio, el Arena Corinthians de Sao Paulo, tampoco está terminado y sólo se espera su entrega hasta el próximo 15 de abril, con muy poco margen hasta el inicio de la competición.

Aún así, la empresa constructora asegura que lo podría tener concluido en la segunda quincena de marzo, para que pueda ser usado para un primer partido de prueba el 5 de abril.

También está en fase final el Arena Pantanal, de la ciudad de Cuiabá, sobre el que surgieron dudas este final de semana cuando versiones de prensa indicaron que un incendio ocurrido el pasado mes de octubre había provocado daños estructurales que podrían alargar mucho más las obras.

Las informaciones fueron negadas hoy en un comunicado difundido por la gobernación del estado de Mato Grosso, responsable de la construcción del estadio y para quien, con el 95 % de las obras concluidas, la previsión es que el estadio se entregue en marzo.

Tampoco está listo el Arena Amazonía, de la ciudad de Manaos y cuya inauguración ha sido aplazada ya en tres ocasiones. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, visitó el viernes las obras, que están concluidas en un 97%, y aseguró que no sabe si volverá para su inauguración definitiva.

El Beira-Rio, en Porto Alegre, es el quinto estadio supuestamente aún en obras, aunque el domingo ya fue palco de un partido de prueba y se prevé que sea inaugurado en breve.

Los primeros seis estadios fueron inaugurados entre finales de 2012 y los primeros meses de 2013, ya que sirvieron de sede a la Copa Confederaciones: el Maracaná de Río de Janeiro, el Nacional de Brasilia, el Mineirao de Belo Horizonte, el Fonte Nova de Salvador, la Arena Pernambuco de Recife y el Castelao de Fortaleza.

A estos seis se sumó en enero la Arena de las Dunas, de Natal.

Hoy quedan 112 días para que empiece a rodar por primera vez el Brazuca y las prisas de última hora se hacen evidentes: "Es la primera vez que un país tiene tanto tiempo para organizar un Mundial y va con retraso", aseguró la semana pasada el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en una entrevista.

Brasil fue elegido como sede del Mundial en 2007, hace ya siete años, en una decisión que el entonces presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, auguró como un futuro "legado de mejoría en las condiciones de vida del pueblo brasileño".

Algunos de los proyectos de infraestructura que Brasil planeaba para el Mundial, como el tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo, se han ido quedando por el camino y, de momento, no tienen fecha ni plazos previstos de construcción.

Además, el valor de las obras de construcción o reforma de los 12 estadios ha aumentado en un 45% respecto a lo previsto en 2010, y ha pasado de los 5.500 millones de reales (unos 2.300 millones de dólares) presupuestados en 2010 a los cerca de 8.000 millones de reales (unos 3.350 millones de dólares) gastados hasta ahora.

A todo ello se suman numerosas protestas llevadas a cabo en los últimos meses en las principales ciudades de Brasil, en las que se reclama prioridad en la inversión en servicios públicos al grito de "FIFA go home" (FIFA vete a casa). Esto se puede ver con claridad en una encuesta divulgada hace días, en la que poco más de la mitad de los brasileños expresó que rechazaría la candidatura de Brasil a ser sede del Mundial de fútbol en caso de que se les planteara esa posibilidad en este momento.

De acuerdo con el sondeo de la firma MDA, si fuesen interrogados hoy sobre su apoyo a la posible candidatura de Brasil a sede de un Mundial, el 50,7 % diría que no, un 19,7 % apoyaría la aspiración pero parcialmente y sólo un 26,1 % la apoyaría incondicionalmente.

Los porcentajes, que reflejan el arrepentimiento de numerosos brasileños, contrastan con el mayoritario apoyo que obtuvo en 2007 la elección de Brasil como sede del Mundial que comienza el 12 de junio próximo.

A pesar de todos estos datos y estas dificultades, el 12 de junio de 2014 todo Brasil disfrutará a lo grande la primera Copa del Mundo sudamericana en 36 años.


Fuente: EFE.