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Los Azulejos van a ser mejores, ¿cierto?

DUNEDIN, Fla. -- Esta es la razón por la que las predicciones, sobre cualquier cosa, son la cosa más tonta en los deportes.

Echemos el reloj hacia atrás a los pasados entrenamientos primaverales. Casi todo el mundo escogió a esos Azulejos de Toronto para ganar el Este de la Liga Americana. ¿Recuerdan?

Ahora volvamos al presente a estos entrenamientos. Y casi todo el mundo selecciona a los Azulejos pata terminar últimos en el Este de la Liga Americana.

OK, eso hace sentido . . . excepto por un pequeño detalle: Es prácticamente el mismo equipo.

La primera base tiene al mismo jugador (Edwin Encarnación). El campocorto tiene al mismo jugador (José Reyes). La tercera base tiene al mismo jugador (Brett Lawrie). El bateador designado tiene al mismo jugador (Adam Lind). Todos los que están en los jardines son los mismos (José Bautista/Colby Rasmus/Melky Cabrera).

El abridor del Día Inaugural va a ser el mismo (R.A. Dickey). Tres de los otros cuatro abridores son los mismos (Brandon Morrow/Mark Buehrle/J.A. Happ). El cerrador es el mismo (Casey Janssen). Y virtualmente todo el grupo de preparadores es el mismo (Brett Cecil/Steve Delabar/Sergio Santos/Aaron Loup).

Pero decir que son "los mismos" no los describe adecuadamente -- porque muchos de ellos están mucho más saludables ahora.

Así que, ¿qué sucedería, según preguntó el gerente Alex Anthopoulos el miércoles, si la edición de este año de los Azulejos logra eliminar el "componente de la Ley de Murphy" que convirtió la temporada del año pasado en probablemente la más decepcionante en la historia de la franquicia?

Buena pregunta.

"Algunas veces uno se sienta allí y dice, 'Ganamos 74 juegos, cuando todo lo que podia salir mal, salió mal'", dijo el gerente. "Así que este año, ¿qué pasaría si tenemos un poco de más suerte?

"Puedo entender el escepticismo sobre nuestro equipo, absolutamente, viniendo del año que tuvimos", dijo Anthopoulos. "Pero no creo que sea una exageración esperar una mejoría de muchos de estos chicos este año, simplemente porque el suelo estuvo tan bajo".

Así que, vamos a pensar en esto, ¿de acuerdo? ¿Es posible que, cuando todos nosotros genios de las predicciones escogiera a este equipo para ganar el año pasado, tuvimos la elección correcta, pero en la temporada equivocada?

Eh, quizás. Así que vamos a echarle una mirada a tres áreas grandes donde todo les salió mal el año pasado y evaluaremos qué tan probable es que les salga bien esta temporada.

SALUD

Este equipo realmente fue una calamidad esperando a suceder el año pasado. Reyes se lastimó el tobillo al deslizarse en la intermedia. Bautista se lesionó la cadera al pararse en el plato. Lawrie se lastimó al zambullirse en búsqueda de un rodado en el Clásico Mundial de Béisbol.

A Cabrera se le detectó un tumor en su espalda que le fue diagnosticado varios meses después. Happ fue golpeado en la cabeza por una línea. Morrow tuvo un problema raro con un nervio en su antebrazo.

"Así que creo que la forma en que lo veo", dijo Dickey el miércoles, "es que NO tuvimos este equipo el año pasado, simplemente por las lesiones. Estábamos jugando con un equipo diferente".

Solo tres jugadores de posición en el roster (Encarnación, Lind y el ex receptor, J.P. Arencibia) jugaron en 120 juegos o más. Tres quintas partes de la rotación (Happ, Morrow and Josh Johnson) terminaron perdiendo un total combinado de 55 aperturas. La alineación proyectada de todos los días terminó siendo utilizada en exactamente TRES juegos en toda la temporada.

Así que, sí, es cierto que cada equipo tiene lesiones. Y sí, es cierto que se supone que cada equipo se construya con la profundidad adecuada para poder superar los problemas que pueden causar las lesiones. Pero ningún equipo podría sobrevivir los problemas de salud que tuvieron los Azulejos la temporada pasada. Punto.

Si su suerte con la salud es mejor y logran tener su alineación de vuelta en el terreno, con mejor defensiva en la intermedia (con el pulido novato Ryan Goins) y mejor ofensiva en la receptoría (mayormente por Dioner Navarro), este equipo tiene oportunidad de liderar la liga en carreras anotadas y ser mucho mejor defensiva.

EL WBC

A todo el mundo le gusta echarle la culpa al Clásico Mundial de Béisbol por, bueno, por casi todo. Pero ningún equipo se vio más afectado por el WBC la primavera pasada que los Azulejos.

En un momento en el que necesitaban que todas sus piezas nuevas encajaran bien como una unidad, el WBC los separó -- restándoles siete jugadores clave (Reyes, Encarnación, Lawrie, Cabrera, Dickey, Arencibia y el lanzador Esmil Rogers). Y para añadirle al dolor (literalmente), Lawrie se lastimó y no pudo estar al 100 por ciento hasta mediados de la temporada.

"Honestamente creo que el WBC nos lastimó", dijo el manager John Gibbons. "El WBC nos quitó nuestro antesalista, nuestro torpedero, nuestro primera base y nuestro receptor. Dickey se fue. Y pienso que -- bueno, este año sabremos si tengo razón o no -- que cuando pierdes a tantos tipos tan rapidamente, cuando tratas de unirlos nuevamente, eso te lastima.

"Hay algo sobre el juntar un grupo de nuevas caras. . . . Era una mezcla nueva, con altas expectativas. Y pienso que nos habría funcionado mejor el tener a nuestro equipo unido por ese mes. Ahora obviamente, esa no es la razón para haber terminado de la forma en que finalizamos. Pero no creo que nos haya ayudado desde el inicio de la temporada. Pongámoslo de esa forma".

Si, es cierto que ellos tuvieron seis meses luego del WBC para hacer que esas piezas encajaran. Pero ellos comenzaron la temporada perdiendo cinco de sus primeros siete juegos y 21 de sus primeros 31, y en ese momento ya su temporada era historia. En mayo.

Este año no hay WBC, Así que tampoco van a poder usar la excusa del WBC.

LA ROTACIÓN

¿Quiéren adivinar la primera palabra que le vino a la mente a Dickey cuando conversamos sobre la rotación de los Azulejos en el 2013? Sí, ciertamente no fue "dominante". En cambio la palabra fue "dolorosa".

"Fue dolorosa, eso es lo que fue", dijo. "En el Este de la Americana, uno tiene que tener tipos que puedan tomar la pelota cada cinco días. En cambio, perdimos tres quintas partes de nuestra rotación rapidamente. Y fue duro tratar de sobrevivir eso".

Aquí les presento una estadística que lo dice todo: Este equipo terminó teniendo 30 juegos abiertos por lanzadores con efectividad por encima de las 6.00. Ahora les presento otra estadística: Este grupo solo tuvo tres juegos abiertos por lanzadores con efectividad por debajo de 4.15 (todos ellos por el abridor de emergencia Chad Jenkins, quien nunca llegó a pasar de la quinta entrada).

Ese es un testamento a lo mal que estuvo Josh Johnson (2-8, 6.20), a la gran racha de mala suerte que tuvieron con la salud, y a su falta total de profundidad en Triple-A, donde a mediados del verano ya tenían que depender de una rotación remendada repleta de veteranos. Una fórmula para el desastre.

"No entramos a la temporada esperando tener la 29ª mejor rotación en el béisbol", dijo Anthopoulos, "o para tener una efectividad entre los abridores que fuese la 29ª peor entre los 30 equipos. No esperábamos que Brandon Morrow ganara apenas dos juegos. No esperábamos que Josh Johnson tuviera los problemas que tuvo y que luego quedara fuera por el resto del año. Al final resultó que R.A. y Mark Buehrle fueron los únicos tipos que pudieron tomar la pelota todo el tiempo, e incluso R.A. no estuvo totalmente saludable hasta la segunda mitad de la campaña".

Así que, ¿hay razones para esperar que este grupo sea mejor? Si los Azulejos hubiesen firmado un abridor de impacto, habría más razones para sentirse optimista. Pero supongamos que Morrow -- quien tuvo marca de 10-7, 2.96, con 143 ERA-Plus en el 2012 -- lanza una temporada completa.

Supongamos que el zurdo de 23 años Drew Hutchison toma las cosas donde las dejó en sus últimas siete salidas antes de reventarse el codo en el 2012 (4-2, 3.41, con promedio de bateo a los contrarios de .217).

Supongamos que su primer seleccionado en el 2012, Marcus Stroman, logra llenar las expectativas que se tenían de él al nivel de Sonny Gray y causa impacto en la segunda mitad.

"Al menos tenemos algunos planes de contingencia ahora que no tuvimos el año pasado", dijo Gibbons. "Así que nuestros chicos fueron golpeados, tuvimos problemas. ¿Y saben qué? Con algunos de estos chicos jóvenes, así es que se hacen sus carreras. ¿Por qué no puede suceder que un novato salga de la nada y nos gane 10 partidos? Eso ha sucedido en otros lados. ¿Por qué no puede suceder aquí?"

Bueno, podría suceder aquí. Es posible que pueda suceder aquí. Desafortunadamente, probablemente los Azulejos necesitan que suceda aquí -- o algo como eso -- que tengan una rotación que se ubique entre las mejores del deporte.

Pero aún así, hay muchas más razones para sentirse optimista sobre esta rotación que las que el mundo exterior parece comprender, ya sea que terminen firmando o no a Ervin Santana. (Y nosotros apostamos fuertemente a que NO será así.)

"Yo no necesito tratar de convencer a la gente de que somos mejores", dijo Gibbons. "Yo solo se, en mi mente y en mi corazón, que nosotros somos un equipo mucho mejor. Cuán buenos somos, eso lo averiguaremos pronto. Pero el año pasado hablamos mucho de lo buenos que éramos, y no vimos los resultados. Así que uno se cansa de hablar de ello. Y es tiempo de dejar de hablar sobre ello, y solo demostrarle a la gente lo buenos que somos".