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Pedro contento por enseñar lo que sabe

FORT MYERS, Fla. -- Pedro Martínez entró por las puertas dobles y se trepó al escenario para converser con la prensa.

"¿Cuándo se va a acabar esto?" preguntó. "¿Ustedes siguen creyendo que todavía soy jugador activo, huh?"

Lo dijo a carcajadas, con su caracteristica sonrisa y sin un ápice de sarcasmo. Lo dijo como si hubiese acabado de saber que había ganado la lotería Powerball.

Y en un sentido, así fue. Esta es la lotería Powerball de Pedro. ¿Compartir con los fanáticos? Seguro. Hizo eso por casi una hora luego de los entrenamientos del miércoles, y lucía como que quería quedarse allí por más tiempo que sus admiradores. Pero más importante aún, es su rol como asistente especial del gerente Ben Cherington.

Martínez, de 43 años, se siente extasiado de hacerlo por segundo año. No quiere ser solo una figura decorativa, un mero embajador. Él quiere ensuciarse sus manos.

"Es solo que pienso que tengo mucho que ofrecer", dijo Martínez, quien sera exaltado al Salón de la Fama de los Medias Rojas más tarde este año junto con Roger Clemens, Nomar Garciaparra y el narrador Joe Castiglione. "Son cosas que no voy a volver a utilizar más, así que es mejor que las enseñe para que otro las use, y estoy tratando de hacer eso. Estoy tratando de involucrarme más en el béisbol, más con los jugadores jóvenes y veteranos -- el que sea que me necesite. Solo quiero pasar todo lo que sé -- todo mi conocimiento, toda mi experiencia -- a algunos de estos muchachos y ojalá que cada uno de ellos pueda sacar buenos resultados de esto".

La transformación de Drake Britton fue un testamento de la efectividad de Martínez.

Britton, que disfrutó su primer entrenamiento de Grandes Ligas como un chico de 23 años la primavera pasada, fue arrestado el 2 de marzo en Fort Myers con un cargo menor de conducir de forma temeraria, conducir bajo la influencia de sustancias embriagantes, y destrucción de propiedad luego que su auto Chevrolet Silverado del 2008 fuese medido a 111 mph de velocidad en una zona de 45 mph. Al día siguiente, fue humillado cuando los Medias Rojas lo enviaron a su entrenamiento de liga menor.

Briton estaba teniendo problemas en el Doble-A Portland cuando recibió una visita sorpresa de parte de Martínez. Este fue un caso más en el que Martínez representaba una figura paternal más que otro coach mecánico de pitcheo. La conversación de corazón a corazón pareció encender la llama competitiva de Britton, quien fue subido por los Medias Rojas el 20 de julio y lanzó bien como relevista (efectividad de 3.86 y 17 ponches en 21 entradas).

"Fui honesto con él", dijo Martínez. "Y siempre lo voy a ser. Fui directo con él y le dije exactamente lo que a mí me hubiese gustado escuchar si hubiese estado en una situación similar. Hablamos sobre su repertorio, sobre cómo debería tratar algunas de las cosas que le estaban sucediendo, y cuántas batallas querría dar luego de que le sucedieran cosas como esas.

"Me siento extremadamente orgulloso de él, extremadamente orgulloso de verlo superar todo aquello y con eso me siento recompensado. Me siento recompensado. Porque eso es todo lo que quiero -- verlo tener éxito. Y el verlo lanzar tan bien al final del año y ayudando tanto al equipo, realmente me hizo sentir como un padre orgulloso".

Martínez se describió a sí mismo como un "viejo" que no se siente inclinado a compartir con chicos de 23 años. Pero cuando miró a los ojos de Britton, dijo que vio que estaba teniendo un impacto.

"Fue muy receptivo", dijo Martínez. "Me tengo que quitar el sombrero ante él. Lo tomo con madurez. No solo eso, sino que decidió tener la mejor actitud con esto. Él se dedicó a lo que yo quería ayudarle. Y lo hizo de forma grandioso. El crédito no es para mí. El crédito es para él por hacer lo que se supone que hiciera".

¿Por qué se interesó tanto en Britton? Porque cuando lo vio en los entrenamientos primaverales, pensó que iria derechito a las Grandes Ligas en pocas semanas. Si Cherington le hubiese preguntado, Martínez le habría dicho, "Llévate ese zurdo contigo".

"Si me hubiesen preguntado mi opinión, yo les habría dicho, 'Él está listo para las Grandes Ligas' ", dijo Martínez. "Cuando lo vi tener problemas en Doble A, yo tomé la decisión de ir a hablar con él y dejarle saber que todo lo que había mostrado antes seguía allí. Que era cuestión de poner su mente, su corazón, su deseo, donde tenían que estar. Y lo tomó de buena forma".

El manager John Farrell dijo, "Hay mucho conocimiento y sabiduría que él le puede brindar a los lanzadores jóvenes, y no solo aquí en los entrenamientos. En el caso de Drake Britton, tuvo un gran impacto en él".

Martínez dijo que su forma de trabajar es de darle más poder a los lanzadores jóvenes para que tengan confianza y que lleguen a un nivel de comodidad donde "no tengan temor".

Quizás sea algo intimidante para un jugador joven estar en presencia de un tres veces ganador del Cy Young, con efectividad de por vida de 2.93 y más ponches (3,154) que entradas lanzadas (2,827). Pero Martínez tiene una manera de resolver eso.

"Yo corro por los alrededores como si ellos fuesen mis compañeros", dijo. "Yo sé que algunos de ellos podrían ser algo tímidos, pero ellos saben que yo soy abierto y que tengo flexibilidad para hacer cualquier cosa. Yo no trato a (Jon) Lester como no trataría a Britton. Para mí son todos iguales. Son mis compañeros de equipo. Ellos son mis amigos. Ellos me pueden hablar cuando quieran".

Es difícil de creer, pero ya han pasado cuatro años desde que Martínez hizo su último lanzamiento en las Grandes Ligas. El año que viene, él va a ser elegible para el Salón de la Fama. Cooperstown le espera. Pero de la manera en que él habla, es como si no fuese algo seguro.

"Pienso que tengo oportunidad, pero eso no está en mis manos", dijo.

Digamos que tiene una muy buena oportunidad.