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El club de los favores mutuos

MÉXICO -- La costumbre de la Federación Mexicana de Futbol, que se ha hecho ley suprema, es esconder la basura debajo de la alfombra.

Por eso no reacciona cuando se sueltan las tormentas. Hay tantos compromisos adquiridos, tantos favores mutuos, tantas concesiones increíbles, que cuando el deber llama nada más esconden la cabecita en un hoyo e imitan el oficio del avestruz.

El caso del Querétaro, que merecería toda la atención de cualquier Federación, ha sido acompañado del silencio cómplice de la Liga MX y de la FMF porque si se aplicara el reglamento a rajatabla, ya tendría que haberse desafiliado a la franquicia luego de la intervención de la PGR en la empresa Oceanografía, dueña de los derechos federativos del grupo Gallos Blancos.

Pero antes de pronunciarse, Decio de María y compañía están buscando cliente para que se quede con la franquicia, según ellos para cuidar la plaza y a su afición.
Una de las funciones vitales de los funcionarios de la Liga y de la Federación es la de velar por los intereses de los agremiados y ser escrupulosos al exceso para permitir la afiliación de algún nuevo miembro.

Y en los once años de Decio de María o en los casi ocho de Justino Compeán, ya se les han escurrido varios drenajes profundos que huelen mal. Hace años Irapuato, Querétaro, Celaya. Luego, el no cumplir con la regla del ascenso y descenso automáticos, ya que el que sube se vende y el que baja compra franquicias, haciendo de esto un auténtico cabaret.

Y como hicieron concesiones al dueño del Veracruz para dejar a La Piedad sin futbol de Primera División, y como permitieron que San Luis se mudara a Chiapas y como también accedieron a que Querétaro comprara a Jaguares, entonces ahora tienen que continuar su política de favores mutuos.

Decio de María no puede aplicar tampoco el Código de Ética contra Tomás Boy, Cuauhtémoc Blanco, Miguel Herrera o Rafa Márquez, por ofensas mutuas siendo todos ellos afiliados, por la simple y sencilla razón de que el primer infractor es el propio Decio, con aquella mentada de madre a los aficionados de Estados Unidos en una final de Copa de Oro.

Y don Justino tampoco puede aplicar todo el peso de la ley porque ha favorecido al promotor Guillermo Lara en los partidos que juega la selección nacional, siendo persona non grata para la propia Femexfut, y también incurrió en un acto indecoroso para su cargo cuando les hizo la Justino-señal a los aficionados hondureños en un partido de la selección.

Total que la ley se aplica como, dicen, se aplicaba en los tiempos de Juárez: "A los amigos, la ley y gracia. A los enemigos, la ley".

Y como la Federación se ha vuelto El Club de los Favores Mutuos, le echan tierra al asunto, dejan que el tiempo haga su labor y siguen escondiendo basura debajo de las alfombras. Y tan tan.