BUENOS AIRES -- Arrancó la temporada de polvo de ladrillo en Europa y no lo podría haber hecho de mejor forma para la WTA, en su torneo más importante de la semana, en Stuttgart.
Maria Sharapova y Ana Ivanovic, máximos íconos comerciales de la industria del tenis femenino junto con Serena Williams, protagonizaron una muy buena final, que más allá del buen resultado, les da la confianza suficiente para encarar los torneos más importantes del verano en arcilla, como son Madrid, Roma y Roland Garros.
En esos tres grandes torneos ya se espera que compitan las que, para mí, son las otras dos grandes favoritas, Serena Williams y Li Na. Por lo tanto bienvenido sea lo que pasó en Stuttgart, que necesitaba en especial Sharapova para volver a sentirse competitiva y capaz de encarar la gira de polvo con buenas sensaciones.
En Marrakech, la española Tita Torró ganó su primero torneo WTA, aunque vale decir que las mejores jugadoras de la semana estaban en Stuttgart, un torneo que siempre contó con las Top porque como garantía el torneo les regala un Porsche (main sponsor) a elegir, y ni hablar que eso es un excelente motivo para ir a jugarlo.
Hace dos años, cuando jugué el torneo en dobles para clasificar para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Sharapova tenía ya un Porsche asegurado como garantía (eligió un Panamera) y tenía el "problema" de que si ganaba no sabía cuál elegir, tal y como me contó, ya que a la ganadora además, le regalan otro...
En fin, ya ven que los problemas de Sharapova serían el sueño de cualquiera, pero es una gran campeona y además una de las deportistas que más negocios genera en el mundo, por su imagen y su belleza.
Volviendo al tenis, que es lo que más nos interesa, hay que tener en cuenta que Victoria Azarenka no estará en los próximos grandes torneos por su lesión y que, a cambio, la WTA vuelve a contar con Ivanovic (que viene teniendo buenos resultados) para las rondas finales. Y eso lo hace atractivo para el público, porque también es una jugadora "íicono", que genera muchísimas expectativas en los fans.
En el circuito ATP, la sorpresa de la semana la dio Kei Nishikori, que como ya sabrán está entrenando hace varios años con mi amigo de la infancia Dante Bottini y que en Barcelona se quedaron con el clásico trofeo del Conde Godó. Una alegría enorme por Dante y también por Kei que sigue luchando por meterse en el Top 10, y levantando las expectativas que se generan en el circuito en Asia, donde cada vez hay más fans, algo que sin duda favorece a la industria del tenis y a los jugadores, con más torneos profesionales cada año.