BUENOS AIRES -- Qué gran gira para Kei Nishikori la de este año en Europa sobre polvo de ladrillo, que arrancó en Barcelona hace un par de semanas donde se llevó el torneo con mucha superioridad y continuó en Madrid, donde todo apuntaba a que se llevaría el titulo nada menos que ante Rafael Nadal tras eliminar a David Ferrer en semis, hasta que su cadera no dio más.
Más que su cadera, por lo que hablé con Dante Bottini, un gran amigo de la infancia y con quien compartí muchísimos entrenamientos, por los músculos que rodean a esa articulación y que se le cargan hasta casi dejarlo sin movilidad. Deberíamos hablar con su fisio para que nos aclare cuál es el problema más específicamente pero parece que el músculo piramidal (los tenistas lo sufrimos bastante) podría ser el que se sobrecarga.
La columna es para hablar de los cambios y la progresión de Kei hasta lograr meterse en el Top 10, pero es inevitable no mencionar lo sucedido en la final de Madrid por lo grande que es el torneo y por lo cerca que estuvo de ganarlo.
Lo más importante es saber que Kei dio un gran salto este año en Miami, cuando ganó cuatro encuentros durísimos incluyendo a Roger Federer en el partido de la noche. Para Bottini, ése fue un momento clave porque Kei creyó por primera vez en sí mismo para afrontar los duelos ante los mejores del mundo con posibilidades de triunfar.
Ya en Australia había perdido con Nadal 7-6, 7-5, 7-6; y lo de Miami fue excelente. Pero sin duda que el partido ante David Ferrer en las semifinales de Madrid fue un "breakthrough" para el japonés. Además de que su rival jugaba en casa, Nishikori consiguió levantar un match point en el segundo set y cuando todos pensaban que el tercer set sería para el español, porque Kei no podría soportar anímicamente aquella opción perdida, siguió jugando a un gran nivel y resistió tanto física como psicológicamente los 10 puntos de partido que Ferrer le levantó.
Antes de esta gira estuvieron trabajando en Bradenton, Florida. Allí es donde habitualmente se entrenan y residen, tanto Kei como Dante, que se prepararon durante dos semanas y media sobre polvo de ladrillo practicando muy duro y mejorando el físico cada semana, uno de los grandes cambios del japonés en este 2014.
Su derecha está haciendo mucho daño, es su mejor golpe, pero también ha progresado mucho en su servicio, siempre y cuando el físico se lo permite: en 2013 tuvo problemas con el hombro, el codo, la rodilla y el tobillo. Así de dura es la vida del tenista profesional, por más que se sea tan joven como Nishikori.
La consistencia de este jugador cambió para mejor. Sus golpes y la confianza están en un punto altísimo. En un principio, iba a jugar Roma y descansar la semana previa a Paris, pero terminar en las condiciones que lo hizo en Madrid es una gran decepción y una preocupación que se deberá resolver rápidamente, sobre todo porque con este nivel Kei podría hacer grandes cosas en Roland Garros en un par de semanas.
Esperemos que todo sea muscular, producto de la sobrecarga y la acumulación de partidos, más aún con los últimos antecedentes de los tenistas en la ultima década con lesiones por esa zona del cuerpo. Gustavo Kuerten, Thomas Johansson, David Nalbandian, Tommy Haas o yo misma (me tuvieron que operar en 2005 cuando pasaba por mi mejor momento tenístico) sufrimos operaciones de cadera.
La incorporación al equipo de Michael Chang para colaborar por 10 semanas desde su experiencia puede ayudar a Kei a creer en sí mismo un poco más. La relación que tiene con Dante y Kei es excelente y Chang entró en el grupo con buen ánimo y con sólidos consejos que hicieron afirmar la línea de trabajo que venían practicando en los últimos años.
Una cosa está clara y es que el pequeño samurai es una de las nuevas estrellas mundiales del tenis -ya lo era en Japón donde es una megaestrella-. Ojalá podamos ver de nuevo a Nishikori en Paris con este nivel. Sin duda que el primer set de hoy, fue lo más duro que enfrentó Nadal en polvo en mucho tiempo; y eso ya es un gran logro.