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Bridgewater vs. las bajas temperaturas

EDEN PRAIRIE -- Los Minnesota Vikings tomaron a Teddy Bridgewater con la última selección de la primera ronda y esperan que compita por el puesto titular en el campamento de entrenamiento.

Los Vikings ya tienen a dos mariscales de campo en su plantilla --Christian Ponder y Matt Cassel-- pero ninguno marcó entre los mejores 25 en Total QBR desde el 2009.

La habilidad de Bridgewater para manejar presión en las filas colegiales habla bien de su éxito en el próximo nivel. Fue 3° en porcentaje de pases completos bajo presión entre mariscales de las escuelas AQ (clasificación automática) del BCS, sólo Brett Hundley tuvo un porcentaje más alto contra cinco o más defensivos en la misma categoría.

Su puntería también le atrajo buenas calificaciones entre los visores profesionales. Bridgewater lideró a todos los pasadores de las AQ en porcentaje global de completos el año pasado, no obstante que tuvo una distancia de objetivo promedio de más de nueve yardas campo abajo.

Sin embargo, hay una pregunta constante sobre su transición a los Vikings: ¿cómo manejará Bridgewater el clima gélido de la NFC Norte?

El nativo de Miami jugó colegial en Louisville y nunca inició un solo partido en temperaturas congelantes durante ese tiempo.

El juego más frío que Bridgewater inició fue de 34 grados (1.1 ° C) contra Connecticut el 24 de noviembre del 2012. Louisville perdió ese juego por 23-20 y Teddy tuvo un Total QBR de 55.1, cifra muy por debajo de su promedio en la temporada (77.3).

Además de su inexperiencia en temperaturas bajas, Bridgewater tiene la mano más pequeña que el promedio (9.25 pulgadas), lo cual vuelve difícil sujetar el balón cuando cae la temperatura.

El tamaño promedio de las manos para mariscales de campo medidos en el combinado desde el 2008 es de 9.55 pulgadas. Russell Wilson, Andrew Luck y Nick Foles poseen todos manos más largas a 10 pulgadas.

Con los Vikings jugando sus partidos de local al aire libre las próximas dos temporadas, en adición a los juegos de gira en Green Bay y Chicago cada temporada, la habilidad de Bridgewater para adaptarse a las bajas temperaturas generará un impacto inmediato en su éxito a largo plazo.