RIO DE JANEIRO (Enviado especial) -- Después de casi dos semanas de Copa del Mundo, se puede decir que la ciudad en la que se vive con más intensidad el gran torneo es Río de Janeiro. Claro que en todas las sedes el Mundial está omnipresente en las calles, en los negocios y en las conversaciones de la gente, pero es aquí, en la Cidade maravilhosa, donde absolutamente todo gira alrededor de la pelota Brazuca.
Desde el 12 de junio, Copacabana se vistió con camisetas de las diversas Selecciones participantes y los bares típicos de la playa se convirtieron en sitios de propiedad casi exclusiva de los hinchas. Hoy, a pocas horas del inicio de los octavos de final, los simpatizantes colombianos son los dueños de Río de Janeiro, tal y como antes coparon Belo Horizonte, Brasilia y Cuiabá.
Según informaciones que llegaron desde Bogotá, se esperan unos 60 mil colombianos este sábado en la capital carioca. Teniendo en cuenta todos los que ya se encuentran viajando por Brasil, el estadio Mario Filho podría ser completado exclusivamente por hinchas cafeteros, algo que en otros tiempos era una utopía. Sin dudas, la masiva presencia de simpatizantes de la Tricolor ha sido uno de los puntos para destacar en lo que va de la Copa.
Copacabana invita a caminar. Sus amplias veredas y el paisaje de mar y montañas son la mejor escenografía para dar un paseo bajo el sol carioca. Allí, en la Avenida Atlántica, está el centro de la vida mundialista. No sólo porque se encuentra el Fan Fest más grande del Mundial, sino también porque está la tienda oficial y, sobre todo, porque es el sitio que los hinchas de todas las Selecciones han decidido tomar como propio.
"Venimos a disfrutar de la playa antes del partido. Para venir a Río teníamos que salir primeros y siempre tuvimos esperanza de que eso iba a suceder, por eso compramos los pasajes", afirma Andrés, un bogotano de 30 años que llegó junto a su pareja para vivir el gran choque entre su equipo y Uruguay. Como él, decenas de compatriotas vestidos de riguroso amarillo matan el tiempo en las playas más famosas del planeta.
El sentimiento que más se repite en los momentos previos al gran choque es la ansiedad. Casi todos los colombianos con los que uno habla afirman estar muy ansiosos por el partido más importante de las últimas décadas para el fútbol de su país. En la primera fase, sobre todo después del debut triunfal, había mucha alegría por volver a formar parte de la fiesta, pero hoy eso cambió y se puede ver una concentración mayor, como si la dificultad hubiese aumentado también para los hinchas.
"Estamos muy ansiosos, queremos que empiece el juego ya. Creemos que Colombia tiene un gran equipo, con jugadores en muy buen nivel y que tiene una gran oportunidad contra Uruguay", declaró José Luis a la salida de la tienda oficial. Este santandereano llegó a Río junto a su familia y, aunque no tiene ticket, espera disfrutar del encuentro en el Fan Fest, que promete estar repleto de colombianos al igual que el Maracaná.
Caminar por Copacabana es encontrar uno y mil hinchas de la Tricolor. Como por ejemplo David, quien lleva la bandera atada a su cuello y camina con el pecho erguido: "Estamos muy orgullosos de lo que hizo la Selección hasta ahora, pero creemos que le vamos a ganar a Uruguay y también a Brasil. Para eso estamos aquí".
No sólo hay bares en las "praias mais grandes do mundo", también hay canchas de fútbol. Una al lado de la otra. Como para entender por qué se dice que los brasileños aprenden a jugar en la arena y no en el césped. Aí también se puede ver a simpatizantes cafeteros jugando como si de ellos dependiera la clasificación a cuartos de final. Es fácil distinguirlos porque todos tienen su camiseta. Si no viste la amarilla o la roja, no es colombiano. Así de simple.
En uno de los restaurantes playeros se dio la situación más mundialista que uno puede presenciar. Dos grupos bastante importantes de uruguayos y colombianos se trenzaron en un "duelo de hinchadas" muy duro. Los charrúas cantaban "vamos a ser campeones como la primera vez" y los cafeteros respondían "mi Colombia va a ganar". Son los dos gritos más famosos de cada una de las parcialidades, que también recordaron viejos partidos.
"Colombia va a hacer historia en este Mundial. Lo sabemos desde que clasificamos. Con Pekerman, James, Cuadrado, Teo, el corazón de Falcao y Faryd tenemos todo para ser campeones". La frase es de un hincha sin nombre, pero representa el sentimiento de un pueblo, que hoy vive y sueña en Río de Janeiro.