BUENOS AIRES – Terminó la experiencia mundialista. Volvimos de Brasil después de 37 días intensos. ¿Te digo qué se siente?
Se siente orgullo de haber podido contar una de las mejores Copas de los últimos tiempos.
Se siente placer de haber presenciado una final con Argentina como protagonista.
Se siente alegría por la bienvenida que tuvo el plantel de Sabella, pese a no haber salido campeón.
Se siente reconocimiento hacia el grupo completo de ESPN, por el trabajo realizado.
Se siente satisfacción de haber podido transmitir las historias y compartir las vivencias de los hinchas que hicieron un gran esfuerzo por acompañar a la Selección en Brasil.
Se siente nostalgia por el fin del momento que soñamos y esperamos durante los últimos cuatro años.
Se siente agradecimiento por el trato recibido en Brasil. También con aquellos que comentaron las notas y los videos, aun en desacuerdo con lo opinado. Y con los seres queridos que acompañaron a la distancia.
Se siente alivio de haber recuperado la cámara de fotos que nos olvidamos en un taxi de San Pablo. Después de intensas gestiones, el chofer la alcanzó hasta nuestro hotel.
Se siente la convicción de no pisar un aeropuerto en un tiempo. Fueron 20 vuelos en 37 días.
Se siente un profundo dolor por la trágica muerte de dos colegas durante el torneo y el derrumbe del viaducto ocurrido tan cerca de nuestro hotel en Belo Horizonte. El Mundial no fue el mismo desde esos acontecimientos.
Se siente un gran aprendizaje después de nuestra 2ª cobertura en un Mundial.
Se sienten ganas de revancha. ¿Falta mucho para Rusia 2018?