Para Barry Bonds, Roger Clemens y Mark McGwire, sus probabilidades de ser inducidos al Salón de la Fama mediante el voto de los periodistas parece haber desaparecido, debido a las implicaciones del cambio de reglas que se anunció el sábado. Quizá estén de acuerdo, quizá no lo estén.
Pero las probabilidades de algunos peloteros que no han sido vinculados a ninguna especia de PEDs, como por ejemplo Tim Raines, también serán afectadas, lo que es ridículo.
Bajo los términos de las nuevas reglas, los jugadores aparecerán ahora en la boleta del Salón de la Fama durante 10 años en lugar de 15, un cambio que también acelera el periodo de tiempo en donde el uso de PEDs puede rondar por la mente de los votantes.
Hasta la fecha, una gran mayoría de la Asociación de Periodistas de Béisbol han determinado que no le darán sus votos a peloteros que tengan un vínculo comprobado o que se sospeche tenga un vínculo con los PEDs. El año pasado, por ejemplo, Bonds recibió 34.7 por ciento de los votos, tras recibir 36.2 por ciento en su primer año. Jeff Bagwell -- otro jugador que tiene credenciales estadísticas abrumadoras para ingresar al Salón-- nunca ha sido vinculado con los PEDs de manera sustancial, fuera de alguna sospecha, y no ha recibido más del 59.6 por ciento de los votos. (Aclaro: voté por Bonds y Clemens en cada uno de los dos años que han estado en la boleta; también voté por Bagwell y también he votado por McGwire en todos los años, salvo uno).
Pero el precedente en la votación será endurecido próximamente por las nuevas reglas. McGwire ya estado en la boleta durante ochos años, y una vez que su elegibilidad expire --en enero de 2017, el problema será presuntamente afianzado para muchos votantes. McGwire logró 23.5 por ciento de los votos en su primer año en la boleta (2007) y el último invierno, su porcentaje bajó hasta el 11 por ciento. Virtualmente no tiene ninguna posibilidad de ser elegido o inducido.
Una vez que McGwire salga de la boleta, lógicamente no se suavizará la lista negra de los periodistas que incluye a aquellos usuarios de PEDs o aquellos que son sospechosos, pese a la realidad de que el Salón de la Fama ya tiene a miembros que han admitido el uso de PEDs en el pasado.
La peor parte del proceso de votación para el Salón de la Fama es la flagelación pública anual de los méritos de cada candidato. Cada invierno, durante 15 años, Jack Morris tuvo que soportar a los periodistas que señalaban que su carrera de 18 años y 3,824 innings de alguna manera no era adecuada, y hay algo inusual y cruel acerca de eso. Solamente por ese motivo, me reconforta que se haya reducido de 15 años a 10.
Pero es muy sorprendente que los periodistas de béisbol y el Salón de la Fama no hayan acordado incrementar o incluso eliminar el límite de 10 personas por boleta. Ese fue un problema significativo para muchos votantes el pasado invierno, y seguirá siendo en el futuro. Como he discutido muchas veces junto a Jayson Stark y Tim Kurkjian, lo único que queremos hacer es juzgar a cada candidato por sus propios méritos, en lugar de intentar descubrir la manera en cómo elegiremos 10 nombres de un listado de 15 o 20 que podrían tener suficientes méritos.
El límite de 10 es increíblemente arbitrario, y en realidad, ¿cuál es el punto de la regla? ¿Por qué no son 11? ¿Por qué no son 13? ¿O por qué no son 8, 2, 6 o 16? ¿Cuál es el motive por el cual 10 es más apropiado que cualquier otro número?
El único criterio que debería importar en una votación es si el jugador es juzgado como alguien que merezca entrar al Salón de la Fama. Es el único punto importante. Y por el simple hecho de que se sostenga en 10 peloteros, Curt Schilling, Raines y Mike Mussina entre otros --que merecen estar en el Salón de la Fama-- se quedarán fuera de la boleta por la saturación de candidatos, y no porque no fueran peloteros de élite.
Ahora, con la elegibilidad en la boleta reducida de 15 a 10 años, a algunos candidatos se les está acabando el tiempo muy rápido. A Raines le restan tres años en la boleta, con su porcentaje de votos subiendo a 52.2 por ciento hace dos años y bajando a 46.1 por ciento, quizá por la saturación derivada de la Regla de 10.
La mayoría de los periodistas de béisbol aparentemente mantendrán su postura contra Bonds y Clemens entre otros, pese a que ellos dos --al igual que McGwire, Bagwell, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro, Mike Piazza y otros-- son bien vistos por Grandes Ligas y el Salón de la Fama (a diferencia de Pete Rose, quien está suspendido de por vida).
Pero, por mientras, aquellos jugadores sin vínculos aparentes con PEDs quedarán en medio del fuego cruzado originado por la Regla de 10, que es realmente ridícula.