Si Masahiro Tanaka consigue regresar a la lomita de los Yankees de Nueva York en esta misma temporada, la vida de alguna manera le estará dando la razón al entrenador cubano Orlando Chinea, quien intentó por todos los medios que los Marlins de Miami evitaran la operación Tommy John de su astro José Fernández.
Cuando Fernández se lesionó del codo, Chinea, el hombre que lo formó desde la escuela secundaria en Tampa, aseguró tener un plan de rehabilitación de entre ocho a 12 semanas sin necesidad de pasar por el quirófano.
Pero el equipo hizo oídos sordos y prefirió la opción de moda, que ha llevado en lo que va de temporada a más de 30 serpentineros a un largo e incierto proceso de recuperación.
Tanaka, quien al momento de dañarse el codo batallaba cabeza con cabeza con el cubano José Abreu por el Novato del Año de la Liga Americana, logró convencer a los Yankees para que le dieran un tiempo de terapia y asumir la cirugía solamente como una última opción inevitable.
El miércoles, el japonés hizo diez lanzamientos en terreno llano a 60 y medio pies, la distancia normal desde la tabla de pitcheo hasta el plato, sin sentir dolor o molestia y podría regresar a mediados del próximo mes de septiembre.
Tanaka lanzó por última vez el 8 de julio y a esta altura de la campaña, cabría preguntarse si cuando le toque regresar será conveniente que lo haga por las últimas dos semanas del calendario o valdría más la pena extender su descanso y rehabilitación hasta la próxima temporada.
Todo dependería de cuán reales sean las posibilidades de los Yankees de avanzar a los playoffs.
Pero aún cuando no vuelva a trabajar en el 2014, podría estar listo para el arranque de la contienda del 2015 y siempre sería mucho menos tiempo que los 12 a 18 meses de ausencia de Fernández y todos aquellos que tal vez se apuraron a ponerse bajo el bisturí.
Desde que el doctor Frank Jobe ideó la técnica para salvarle el brazo precisamente al zurdo Tommy John en 1974, más dos centenares de serpentineros pasaron por los salones de operaciones para reparar codos dañados.
Desde que Masaharu Mitsui se sometió a la operación en 1979 y se convirtió en el primero en hacerlo en Japón, apenas 33 lanzadores, de ellos cuatro extranjeros, han pasado por el complicado procedimiento, de larga, pero no siempre garantizada recuperación.
En 35 años sólo 33 operaciones Tommy John, a menos de una por temporada como promedio, hablan a las claras de cuán diferentes se hacen las cosas en Japón y en Estados Unidos.
Ahora recientemente cayó el también nipón Yu Darvish bajo la epidemia de lesiones de codo, pero al igual que el caso de su compatriota, parece que los Vigilantes de Texas optarán por la rehabilitación sin cirugía.
Por cierto que Fernández visitó ayer el Marlins Park, en el último juego de la serie ante los Cardenales de San Luis y aseguró que su proceso marcha de acuerdo con el cronograma establecido por médicos y entrenadores.
Pero qué distinta podría haber sido la historia si la propuesta de Chinea hubiera surtido efecto y los Marlins pudieran contar con el cubano para esta recta final, cuando el equipo, contra todos los pronósticos, se niega a tirar la toalla y todavía conserva oportunidades de jugar béisbol más allá de septiembre.