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El valor real del WAR de Derek Jeter

Entre los proponentes de la sabermetría, uno de los instrumentos más populares para medir el "valor" de un pelotero para su equipo es una estadística llamada "Wins Above Replacement (victorias sobre reemplazo)", mejor conocida por sus siglas en inglés como WAR.

El objetivo del "WAR" es determinar el valor de un pelotero conforme al impacto que tiene en el número de victorias del equipo cuando está en la alineación por encima de las que tendría si fuese sustituido con jugador promedio de Triple A.

Hay diferentes escuelas sobre cómo calcularlo, pero en general, para los jugadores de posición, el WAR tiene una ecuación matemática bastante complicada. Por ofrecer una explicación simplificada, se toman en consideración las carreras anotadas bateando, corriendo las bases y fildeando por encima de la media de la liga, a lo cual se le hacen ajustes por posición y por liga, entre muchos otros aspectos.

En términos generales, WAR trata de estimar el valor matemático de cuantos triunfos más puede obtener un equipo con un jugador específico estando en la alineación y defensivamente cuántas derrotas le puede costar.

Es considerada la mejor estadística disponible para capturar la cantidad de valor de un jugador.

El WAR global más alto en Grandes Ligas esta campaña regular fue de 7.87 y le corresponde a Mike Trout, segundo finalizó Clayton Kershaw con 7.54. También se puede separar en WAR ofensivo, donde Trout sigue siendo líder con 8.7, o defensivo, con Andrelton Simmons al tope de la tabla con 3.89.

Este 2014, Derek Jeter finalizó con un WAR de -0.30, lo cual, según dicha estadística, significa que el Capitán pudo haber sido sustituido por Brendan Ryan (-0.70) y la diferencia hubiese sido matemáticamente insignificante.

Pero, ¿verdaderamente es así?

Comprendo que sean necesarios instrumentos matemáticos y ecuaciones para establecer el valor de un pelotero a lápiz y papel, incluso los encuentro sumamente útiles en mi labor como cronista deportivo, pero hay aspectos que no se pueden cuantificar.

En Major League Baseball, al igual que en todas las ligas deportivas profesionales, jugar en casa es considerado una ventaja matemática. El poseedor del mejor récord en todo Grandes Ligas, este año los Angelinos de Los Ángeles con 98-64, es recompensado con "ventaja" como dueños de casa durante su participación en playoffs.

Incluso, cuando el comisionado Bud Selig decidió en el 2003 que la liga ganadora del Juego de Estrellas tendría la ventaja como dueños de casa durante la Serie Mundial, se promocionó aquel "experimento" (aprobado por el sindicato de peloteros) con el eslogan de "ahora sí cuenta".

Y es que se entiende que el equipo local tiene una ventaja sobre el visitante como resultado de jugar en sus propias instalaciones y frente a sus aficionados. No es que el simple hecho que haya más aficionados apoyando a un equipo garantice una victoria, pero sí coloca a dicho equipo en una mejor posición para ganar.

Entonces, si decimos que es así, y jugar en casa es determinado como una ventaja, hacerlo ante un promedio de 42,000 aficionados, la media por partido de los Yankees de Nueva York este año y cuarta mejor en todo Grandes Ligas, es mucha más ventaja.

Entre ese promedio de boletos que se vendió por partido en Yankee Stadium esta campaña, la gran mayoría de ellos fueron gracias a Derek Jeter.

Igualmente pienso que el valor de Kershaw debería ser mucho más, porque él fue, con su impresionante año de Cy Young de facto, el que vendió muchos de esos 3,782,337 boletos en Dodger Stadium para los líderes en asistencia en Grandes Ligas (promedio de 46,695).

Quizás es una opinión poco popular, en particular entre los que con estadísticas pueden comprobar que Jeter afectó a los Yankees bateando segundo todo el año. Pero el impacto que tiene un solo jugador muchas veces no está plasmado en sólo estadísticas y números en un papel. Va mucho más allá.

Jeter no fue sólo el motivo principal de venta de boletos, su mera presencia en el camerino de los Yankees resultó en palmadas en la espalda que le dieron confianza a Dellin Betances, en una palabra de aliento que ayudó a Brett Gardner a creer en su poder como primer bate, en el orgullo de Chase Headley y de Brandon McCarthy de ponerse el uniforme rayado, en una sonrisa que le dijo a Michael Pineda que todo estaría bien, en una broma que hizo estallar a carcajadas a Chris Young el día que llegó al Bronx... y son sólo seis de los 58 peloteros que utilizaron los Yankees esta temporada, cantidad record para la franquicia).

Y eso mis amigos, no hay WAR que lo cuantifique.

¿-0.30?