MIAMI -- Es como si todos estuviésemos esperando que la madre naturaleza le termine pasando factura a uno de los mejores mariscales de todos los tiempos como Tom Brady.
Después de todo, los New England Patriots no son el equipo más querido.
Sin embargo, mariscales como Brady no aparecen todos los días, y creo que sería más aconsejable disfrutar sus últimos años en lugar de esperar que su carrera llegue a su fin.
Un inicio de 2-2 tiene a toda la prensa y a los fans haciéndose la misma pregunta que se han hecho en los últimos años cuando New England tiene un mínimo tropezón, que no sucede muy a menuda: ¿Se habrá acabado una era con los Patriots?
New England ha ganado 10 de los últimos 11 títulos divisionales, y la única temporada que no lo hicieron se lesionó Brady e igual ganaron 11 partidos con Matt Cassel.
Ahora bien, hay algunas señales de decadencia que son imposibles de ignorar.
No es fácil ganar el Super Bowl, pero el último lo ganaron en el 2004, y se han despedido prematuramente en sus últimas ocho apariciones en postemporada a pesar de que jugar en una "débil" AFC.
Igualmente prefiero enfocarme en las deficiencias de la versión 2014 de los Patriots.
Podríamos apuntar a un número de razones por las cuales New England no luce tan solido esta temporada.
La línea ofensiva ha sido un desastre, han utilizado tres centros distintos y están sintiendo la partida de Logan Mankins.
La defensiva, que se suponía mostraría su mejor versión desde los años dorados, ha decepcionado. No hay presión sobre el mariscal contrario y están siendo dominados en las trincheras.
Los receptores abiertos dejan bastante que desear. Armas jóvenes como Kembrell Thompkins y Aaron Dobson han decepcionado hasta el momento. Danny Amendola tiene apenas tres recepciones en toda la temporada, Rob Gronkowski todavía no está al 100 por ciento y Julian Edelman no puede hacerlo todo solo.
Como si fuese poco, la madre naturaleza no perdona a nadie, y aunque Brady sigue siendo un mariscal por encima del promedio, la realidad es que luce incómodo en el bolsillo con tanta presión, y ha estado curiosamente inconsistente con los pases a larga distancia.
Más allá de que todas estas razones han aportado su granito de arena al mal momento de los Patriots, no creo que ninguna de ellas sea la razón principal.
Bill Belichick es a mi juicio el mejor entrenador de la NFL. Ahora bien, Bill Belichick el gerente general, ha dejado mucho que desear.
Cuando un hombre está a cargo de dos funciones tan importantes, no hay nadie allí para decirle que no, para darle una visión diferente.
El resultado es que los Patriots a veces han pecado por soberbios a la hora de tomar ciertas decisiones como las partidas de Richard Seymour, Aqib Talib, Wes Welker y Logan Mankins por nombrar algunas...
Es esa confianza en su capacidad como entrenador que le hace pensar que puede brillar con cualquier jugador, cuando la realidad está indicando que quizás ya no sea así.
Nadie pudiese haber anticipado la situación de Aaron Hernández o la lesión de Rob Gronkowski, pero la realidad es que Belichick ha fallado más de la cuenta en el draft.
Como gerente general, Belichick está fallando, y a mi juicio esa es la principal razón por la decaída de los Patriots.
Sin embargo nunca es bueno hablar en absolutos, sobre todo cuando estamos hablando de una dinastía sin muchos precedentes, de un conjunto que ha probado una y otra vez aprovecharse de una débil división.
¿Se acabó una era en New England?
Me niego a creerlo.
En lo personal considero que los Patriots siguen siendo favoritos en la AFC Este, y sólo cambiaré de opinión cuando todo esté dicho.
Porque más allá de los gustos de cada quien, existe una realidad ineludible.
Mientras Tom Brady esté detrás de centro, los Patriots seguirán siendo el rival a vencer.